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Nadar en manantiales naturales: El laberinto de aguas turquesas escondido en SLP

Un rincón de sabinos y corrientes transparentes, a pocos kilómetros del Pueblo Mágico Ciudad del Maíz

Nadar en manantiales naturales: El laberinto de aguas turquesas escondido en SLPCréditos: Pexels/ Sindre Fs
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En San Luis Potosí, existe un lugar donde la palabra "laberinto" no remite a paredes de piedra, sino a brazos de agua turquesa que se entrelazan entre árboles milenarios. Ese lugar es Los Peroles, un conjunto de manantiales escondido entre la vegetación de la comunidad de El Sabinito. Llegar no es tan simple como poner la dirección en el GPS, pero el esfuerzo se ve recompensado por un paraíso de aguas cristalinas, peces visibles a simple vista y una tranquilidad total.

El acceso es una pequeña aventura: desde San Francisco de Asís hay que cruzar caminos de terracería y seguir señales hacia La Muralla y El Sabinito. No hay muchos restaurantes ni tiendas cercanas. Solo algunas palapas, baños ecológicos y un paisaje completamente natural. Por eso, es necesario ir preparado: agua, comida, repelente, sombrero, bloqueador ecológico y, claro, tu traje de baño. El costo de entrada es de 50 pesos

¿Qué hacer en Los Peroles, SLP?

En Los Peroles no hay más sonido que el de los árboles moviéndose con el viento o el agua fluyendo entre raíces. Puedes nadar, hacer snorkel o incluso bucear en zonas de hasta 30 metros de profundidad. El agua es tan clara que puedes ver los peces nadando cerca de ti sin necesidad de sumergirte por completo. Si tienes equipo y las certificaciones necesarias, este lugar es perfecto para explorarlo bajo el agua.

Además de nadar, puedes acampar bajo un cielo plagado de estrellas, dormir rodeado por sabinos gigantescos y despertar con los sonidos del bosque. Sólo recuerda: no dejes basura, respeta el entorno. Este sitio se mantiene increíble precisamente porque ha escapado de las multitudes.

Muy cerca está Ciudad del Maíz, un Pueblo Mágico que puedes visitar antes o después de tu aventura en Los Peroles. Ahí te esperan murales coloridos, la Parroquia de la Purísima Concepción, la cascada de Minas Viejas y el apacible Jardín Hidalgo. Además, si prefieres dormir en cama en lugar de tienda, hay hospedajes sencillos que sirven como base para explorar.

Uno de los aspectos más impresionantes de Los Peroles son sus árboles: los ahuehuetes. Se trata de cipreses milenarios cuyas raíces se hunden parcialmente en el agua. Algunos tienen más de mil años, como el que lleva el nombre del botánico Maximino Martínez. Estar cerca de ellos transmite una sensación de permanencia, de historia viva. Como si pudieras sentir los siglos pasándote por el costado.

Llegar desde la Ciudad de México toma unas siete horas en auto y atraviesa paisajes variados. El camino desde la capital potosina dura cerca de tres horas. También puedes llegar en autobús, con transbordo en Jalpan y luego rumbo a Ciudad del Maíz, desde donde un transporte privado te lleva al destino final. Cualquiera sea la ruta que elijas, el resultado será el mismo: descubrir un lugar precioso y relajante.