Oaxaca, uno de los estados más bonitos de la República Mexicana con tradiciones como la Guelaguetza y exquisita gastronomía que incluye tlayudas, mole, tamales, chapulines, chocolate y el mezcal, ofrece al turismo nacional y extranjero un abanico de maravillas naturales y arquitectónicas.
Sabemos que Oaxaca tiene esplendorosas playas en las costas del Pacífico mexicano, sin embargo, su vasta y extraordinaria naturaleza también nos sorprende con bellos balnearios naturales que se han formado gracias a los elementos de la naturaleza y el transcurrir de los años.
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Si planeas unas vacaciones o una ESCAPADA de fin de semana hacia Oaxaca, haz lo posible por visitar los municipios de Santiago Jamiltepec y Mitla; este último es uno de los seis Pueblos Mágicos de la entidad, pero ambos con bellos balnearios con pozas naturales y termales entre montañas y vegetación.
Balnearios termales para visitar en Oaxaca y disfrutar de un entorno natural
Una de las recomendaciones que te compartimos para disfrutar de los encantos naturales de Oaxaca son las aguas termales de Atotonilco, en el municipio de Santiago Jamiltepec; se trata de un verdadero oasis entre la selva oaxaqueña, a la orilla del río Manialtepec y a dos horas de Puerto Escondido.
Aunque el agua caliente y azufrosa “nace” de un manantial entre las rocas, ya se han hecho piscinas para mayor seguridad y comodidad de los visitantes.
Para visitar estas aguas termales de Atotonilco y que tu experiencia sea realmente relajante, la recomendación es que contrates el servicio de un guía local en el pueblo de San José Manialtepec, desde donde se puede iniciar el recorrido que dura alrededor de 4 kilómetros; lleva ropa y calzado cómodos para la caminata, traje de baño y agua para mantenerte hidratado.
Al visitar Oaxaca, no podría faltar la maravilla natural de Hierve el Agua, las famosas cascadas petrificadas de más de 200 metros de alto en el Pueblo Mágico de Mitla, localizado a unos 43 kilómetros de la ciudad de Oaxaca; estas maravillosas cascadas se formaron hace millones de años por el escurrimiento de agua carbonatada, y ahora la naturaleza nos obsequia unas pozas con agua templada en la cima de la montaña.