¿A ti también te fascinan los laberintos? La idea de lugares misteriosos, donde solo aquellos que realmente los conocen son capaces de salir, ha fascinado a la humanidad por siglos. Películas como El laberinto del fauno o El resplandor, y escritores como Borges, han explorado esta obsesión. En Hidalgo, dentro de un increíble Pueblo Mágico, existe uno que puedes visitar y perderte en él y su misterio. Está formado por la naturaleza y es un sitio tan mágico como el pueblo donde se encuentra.
Se trata de un rincón escondido entre montañas, árboles y formaciones rocosas que parecen diseñadas por una mente traviesa, y que tiene un nombre con un origen muy interesante detrás: El Contadero, un laberinto natural que, además de su belleza, posee una historia con toques de leyenda y aventura.
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Mineral del Chico, donde se encuentra este peculiar laberinto, está a solo 45 minutos de Pachuca y a unas dos horas y media desde la CDMX. El viaje no es complicado: solo pagas una caseta de 65 pesos y alrededor de 240 pesos de gasolina si vas en auto. Si te animas a ir en grupo, el gasto baja y la experiencia se vuelve aún más divertida.
La entrada al parque tiene un precio muy accesible: 40 pesos por persona. Si quieres hacer el recorrido completo por El Contadero, con guía incluido, el costo es de 100 pesos. Hay distintos tipos de rutas según el nivel de energía con el que llegues. Algunas duran cerca de dos horas, otras se extienden hasta cuatro, dependiendo del paso y las ganas de sacar fotos. Lo normal es que te detengas muchas veces solo para capturar cada rincón.
¿Cómo es el recorrido por El Contadero, Mineral del Chico?
El recorrido inicia en el Centro Ecoturístico Diego Mateo. Desde ahí se camina hacia la zona de la presa, se asciende un buen tramo, luego se desciende entre senderos y se atraviesan zonas boscosas y llanos. Finalmente, se llega al famoso laberinto. En el camino hay subidas un poco pesadas, así que no olvides llevar agua, unas barritas y zapatos cómodos. El esfuerzo es llevadero, incluso para quienes no son fanáticos del ejercicio.
Ya dentro del laberinto de El Contadero, la experiencia cambia: las piedras forman pasajes estrechos, túneles naturales y caminos caprichosos que te hacen dudar por dónde seguir. Es fácil perder la orientación, por eso se recomienda ir con guía. El lugar tiene tanta personalidad que hasta hay leyendas que hablan de portales interdimensionales.
El nombre de este sitio viene del verbo "contar", porque en el pasado, durante el auge minero de Hidalgo, aquí se refugiaban los ladrones que robaban los metales preciosos transportados en teleféricos. Se escondían entre las rocas, contaban el botín y lo repartían. Era un escondite natural perfecto, casi imposible de rastrear.
¿Qué hacer en Mineral del Chico?
Además del laberinto, en Mineral del Chico puedes disfrutar de muchas otras actividades. Hay tirolesas, puentes colgantes, minas antiguas, ciclismo, senderismo, y el famoso mirador Peña del Cuervo, con una vista que se roba todos los suspiros. Si te da hambre, cerca del estacionamiento hay un puesto de quesadillas para reponer fuerzas.
Pero volviendo a El Contadero, si te gusta acampar, este lugar también lo permite. Imagina pasar la noche bajo el cielo estrellado, rodeado de bosque y con la sensación de estar lejos del ruido cotidiano. El recorrido por el laberinto mide 8.5 kilómetros, así que si después de eso te quedas con ganas de más, puedes alargar tu estancia.
Llegar desde la Ciudad de México es muy sencillo. Tomas la autopista México–Pachuca, luego sigues por la Ruta de las Montañas y en aproximadamente media hora llegarás a Mineral del Chico. Desde ahí, un último tramo de unos 25 minutos en auto te lleva directamente a la entrada del parque. Fácil, accesible, y lleno de sorpresas: un verdadero tesoro escondido entre las montañas hidalguenses.