Explorar las Grutas Los Herrera en San Joaquín es como meterse de lleno en una película de aventuras. Este sistema de cuevas naturales, escondido entre las montañas de la Sierra Gorda de Querétaro, será la excusa perfecta para un viaje diferente. Sólo necesitas caminar unos minutos desde el Pueblo Mágico y de pronto estás frente a una entrada rocosa que guarda secretos de millones de años.
Desde el primer escalón del recorrido, la temperatura baja y el ambiente se llena de humedad. Pero no te preocupes, eso solo lo hace más interesante. Al entrar, te reciben estalactitas y estalagmitas que cuelgan y emergen como esculturas vivientes. Algunas tienen formas tan peculiares que los guías les pusieron nombres como “el Cocodrilo”, “el Imperio Romano”, “la tormenta” o “el León”.
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La experiencia es totalmente segura y pensada para visitantes de todas las edades. El paseo guiado dura unos 40 minutos, y aunque solo se recorre una pequeña parte de los más de 300 metros de profundidad que tienen estas formaciones, cada rincón tiene algo por admirar. Hay seis salas conectadas por pasillos que parecen laberintos y un descenso de 50 metros desde el nivel del estacionamiento.
No necesitas ser experto en espeleología ni tener equipo especial, pero sí conviene llevar ropa cómoda, calzado antiderrapante y una chamarra ligera porque adentro siempre hace frío. Si no llevas lámpara, en el lugar te prestan una a cambio de una identificación oficial.
¿Cuánto cuesta la entrada a Grutas Los Herrera?
Afuera, la aventura sigue con un área recreativa que tiene desde columpios y una zona de juegos infantiles, hasta un divertido puente colgante que los más valientes no se quieren perder. También hay asadores, baños y una zona para comer algo después del recorrido. Si vas en fin de semana, es más fácil encontrar abierta la cafetería del parador turístico.
Llegar desde la ciudad de Querétaro toma poco más de dos horas por carretera, y si sales desde la Ciudad de México, calcula unas cuatro. En cualquiera de los dos casos, es un viaje que vale la pena por los paisajes y el aire puro. Además, el precio de entrada es bastante accesible: por 50 pesos tienes un plan diferente, con naturaleza, historia y una buena dosis de aventura.
Y si te queda tiempo, aprovecha para recorrer más de San Joaquín. A solo unos kilómetros están las zonas arqueológicas de Ranas y Toluquilla, o puedes asomarte al Mirador La Crucita. El Museo Arqueológico y Minero también está cerca, excelente destino sobre todo si te interesa la historia o la antigua actividad minera de la región.