En un par de semanas se llevarán a cabo miles de actividades que tienen como propósito conmemorar una de las celebraciones y tradiciones más importantes para las y los mexicanos: Día de Muertos. Dicha festividad ha ganado el reconocimiento internacional, a tal grado de considerarla como Patrimonio Cultural Inmaterial por parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), gracias a la combinación de elementos que pertenecen a la cultura prehispánica y la religión católica.
Esta tradición milenaria, que es celebrada año con año en todo el territorio nacional, sobresale por sus imponentes y hermosas ofrendas, las cuales serán colocadas en diferentes lugares, tales como panteones, recintos históricos y hogares mexicanos con la finalidad de recibir a aquellos seres queridos que ya no están en este plano terrenal. Así como todas las actividades culturales que enaltecerán esta festividad.
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Pero, a pesar de que es una celebración que se lleva a cabo de manera anual, existen algunos datos curiosos que valen la pena conocer sobre esta festividad que enaltece a la muerte, como por ejemplo, ¿por qué los altares que están decorados con flores de cempasúchil, papel picado, velas?, ¿cómo se creó el pan de muerto? Así que aquí te contamos algunas cosas que quizá no sabías del Día de Muertos y deberías conocer si viajas a México.
Origen de esta tradición
Durante la época prehispánica los pobladores que habitaban el territorio nacional ya rendían culto a la muerte a través de la práctica de diversos rituales, por ejemplo, los sacrificios y la conservación de cráneos como trofeos. También realizaban prácticas que tenían como finalidad celebrar la muerte. Sin embargo, con la llegada de los españoles estos ritos se modificaron y comenzaron a realizarse misas, votos, donativos y oraciones para rendir culto los fieles difuntos. Además, se modificó la fecha de su celebración, pasándola para el 1 y 2 de noviembre.
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¿De qué está hecho el pan de Muerto?
En la época prehispánica se preparaba la "papalotlaxcalli" o pan de mariposa, una tortilla de maíz que aún cruda se le ponía un sello en forma de mariposa, el cual podría decirse que es la equivalente al pan de muerto como ahora lo conocemos. En la actualidad, cada entidad federativa cuenta con sus propias variedades, hasta crear el pan de muerto negro. Dicho alimento está elaborado de ceniza de totomoxtle y está relleno de dulce de camote morado o tradicional con azúcar y mantequilla.
Una fiesta que rinde culto a la muerte
Un elemento característico de esta tradición es que durante estos días se lleva a cabo una fiesta que, además de rendir culto a nuestros fieles difuntos, también busca reírse de la muerte. Este tipo de burla lo podemos ver reflejada en las calaveritas literarias, versos y rimas que tienen la finalidad de mofarse de la muerte. Dichas prosas datan de finales del siglo XIX como una forma de criticar la élite porfirista.
¿Por qué se utilizan las flores de cempasúchil en las ofrendas?
Las flores de cempasúchil son un elemento fundamental dentro de estas festividades, ya que este elemento adornan las tumbas de los difuntos porque los indígenas creían que ayudaba a las ánimas en su camino debido a su intenso color con la finalidad de no perderse y pudieran encontrar su ofrenda, así como transitar por un buen camino tras la muerte.
Elementos que no pueden faltar en la ofrenda
La ofrenda está conformada por pan, la sal, las frutas, flores de cempasúchil, agua, así como los platillos favoritos de los difuntos. También cuenta con veladoras, vino o bebidas alcohólicas (si es que son adultos). En el caso de que sean niños, los familiares a los que se monte esta ofrenda, se les pone dulces y juguetes para que puedan jugar durante su visita. Además, se le agregan incienso y copal, prácticas que son de origen prehispánico.