México es una nación llena de espacios inigualables, donde cobran vida las mejores tradiciones entre destinos impresionantes y en esta temporada puedes disfrutar de un recorrido sensorial a través de las historias de terror y miedo de cada sitio al que viajes, pues los fantasmas y apariciones están esperando que caiga la noche para salir a darte un buen susto.
Entre las leyendas más destacadas de esta nación se encuentra la historia de la Llorona, el alma en pena de una mujer que se encuentra vagando por las calles de México y que sale a espantar a los transeúntes que se atreven a desafiarla o aquellos incrédulos quienes dudan de su existencia, a los que se les aparece de forma inesperada durante las noches, especialmente en esta temporada cuando las almas de los difuntos vuelven a visitar a los vivos.
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¿Cuál es la leyenda de la Llorona?
Alguna vez hemos escuchado la historia de terror de la Llorona, una narración que muchos mexicanos cuentan y son parte de las tradiciones orales de sus pueblos o comunidades y aunque existen varias versiones de ella, una de las más populares es la que se cuenta en el estado de Puebla y vamos a disfrutar de esta triste versión en la que se involucra una historia trágica y desgarradora.
La protagonista es una mujer hermosa, pero de descendencia humilde e indígena, quien se enamoró de un hombre criollo, con familia y padres ricos, quien se entregó a sus pasiones y dio todo por el ser que amaba, formando un lazo que daría como fruto de su amor, dos niños pequeños que nacerían en estas tierras y vivirían de forma sencilla, al igual que su madre.
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Con el paso de los años, el amor de aquel hombre terminaría, a pesar de que ella lo amaba aún con mucha pasión, él iba a comenzar una nueva vida con otra mujer al unirse con ella en matrimonio. Esta noticia fue algo impactante para esta mujer, quien pensaba que lo convencería de quedarse con ella por el hecho de ser la madre de sus hijos, quien además fue humillada y amenazada con quitarle a los pequeños si lo seguía buscando por su dinero.
Esa noche, sin que nadie se enterara de aquella salida, decidió partir con los pequeños para impedir que fueran arrebatados de su lado y en un acto de locura y desesperación, cometido por no soportar el dolor que representaba para ella, haber perdido a la persona que amaba y ser amenazada con la separación de sus pequeños, comenzó a escuchar una voz en su cabeza, la cual le decía que matara a sus hijos.
Aquella voz no cesaba y poco a poco se empezó a apoderar de ella esa idea terrible de cometer un crimen, al recordad aquel canalla que la había humillado y quería quitarle a sus hijos, transformando aquel amor que en un principio sentía, en un odio descomunal, mismo que la llevó a tomar a los pequeños para sumergirlos en el agua y mientras ellos luchaban por su vida, ella presionaba sus cabezas para impedir que respiraran.
De pronto esa voz dejó de hacer ruidos en su cabeza y fue entonces que comprendió el hecho más lamentable de todos, haber matado a sus hijos a causa de un desamor, un acto que muchas personas reprobarían de inmediato, pues no es posible que una madre asesine a sus propios pequeños por el desprecio de un hombre, una idea que la atormentaría a tal grado de ingresar al río y perderse en la muerte, cuando su cuerpo comenzó a cubrirse de agua, impidiendo sentir ese profundo dolor.
Pero el alma de esa mujer no descansaría en paz por el crimen cometido y su espíritu ronda las calles de México, buscando a sus hijos en un lamento que muchos hemos escuchado alguna vez: ¡Ay mis hijos!, grita la Llorona cada vez que sale a tratar de calmar el dolor eterno que la atormentará por siempre, una leyenda que podemos conocer de cerca en esta temporada.