El Tren Maya es un proyecto que recorrerá una distancia de 1500 kilómetros aproximadamente, pasando por los estados de Chiapas, Tabasco, Campeche, Yucatán y Quintana Roo, un sistema de transporte que pretende lograr el desarrollo sustentable de la parte sur de México, además de mostrarse como una alternativa para que los viajeros y tursistas, conozcan los principales atractivos de esta región de México.
Los avances en la construcción de este sistema de transporte han permitido hacer trabajos arqueológicos en estas zonas y gracias al salvamento de estos bienes históricos, se han podido encontrar varios elementos destacados entre la cultura maya, que se asentó en la parte sureste de nuestro país, un patrimonio arqueológico y cultural único que apunta hacia la Península de Yucatán como un centro poblacional inmenso.
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¿Cuáles son los principales hallazgos arqueológicos?
En la conferencia matutina del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, se dieron a conocer algunos avances en la construcción de los tramos de este sistema de transporte y se destacó mucho la participación de los mayas para desarrollar nuevos sistemas de cultivo como la milpa maya, que marcó un precedente para el desarrollo agropecuario, con la capacidad de sustentar a muchos habitantes durante el periodo desde cuatro siglos antes de Cristo y hasta la llegada de los conquistadores españoles.
En los trabajos de salvamento, se recalcó la presencia de los expertos en toda la longitud del tren del tramo uno hasta el siete. Para los tramos uno al tramo tres, los trabajos de excavación se encuentran casi concluidos, por lo que se están implementando medidas de cuidado, análisis, restauración, clasificación y ordenamiento de los materiales arqueológicos. En cuanto al tramo cuatro, los trabajos de excavación alcanzan cerca del 80% en trabajo de campo.
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En los tramos cinco, seis y siete, el avance fundamental hasta el momento es el de la prospección, registro e identificación de los materiales arqueológicos para su recuperación. En el tramo cinco ya se concluyó con la prospección y ahora se encuentra en el periodo de recuperación y excavación de los sitios. Para el tramo seis, se presenta un avance de más de 56% en la prospección arqueológica y en el tramo siete, se lleva más del 15% en un tramo que se localiza en la parte sur del estado de Quintana Roo y Campeche, donde se han encontrado una inmensa cantidad de vestigios.
¿Cuántos elementos arqueológicos se han recuperado?
Se han hecho grandes avances en la recuperación de materiales arqueológicos, pues se dio a conocer que se cuentan con cerca de 29 mil bienes inmuebles identificados entre cimientos, albarradas, basamentos, cimientos de casas o caminos antiguos y en el caso de bienes muebles que se han recuperado se incluyen 1,464 de ellos, de los que se destacan 549 vasijas en proceso de análisis, las cuales se han encontrado relativamente completas, así como 1,013 rasgos naturales asociados a contextos arqueológicos, 450 osamentas o entierros, así como osamentas en contextos subacuáticos.
672 mil 600 fragmentos de cerámica se incluyen en este amplio listado, una gran cantidad de vestigios que pueden proporcionar mucha información a los expertos arqueólogos, quienes están trabajando para preservar los descubrimientos. También se destacó el trabajo de mejora en las zonas arqueológicas, destacando 26 de ellas: una en el estado de Chiapas, una en el estado de Tabasco, cuatro en Campeche, diez en Yucatán y diez en Quintana Roo, para que el este tren le permita a los visitantes acceder a zonas con unidades de servicio adecuadas, cédulas interpretativas y para colocar centros de atención a los visitantes.
También se destacó la muestra del trabajo de recuperación e investigación en contextos subacuáticos sobre el grana acuífero maya, un importante sistema hídrico que comprende gran parte de la península de Yucatán, con 350 kilómetros de ríos subterráneos, muchos cenotes e innumerables cuevas o cavernas inundadas y secas. A través de los trabajos del INAH, se están recuperando los vestigios que permanecen en el fondo de cavernas, cenotes y grutas, para lo cual se hace un apoyo en la arqueología subacuática, una especialidad que se desarrolla en México desde hace medio siglo con los trabajos de la arqueóloga Pilar Luna Erreguerena, la emprendedora de las primeras exploraciones en aguas interiores.
Grupos de espeleo buzos y espeleólogos han realizado las prospecciones y registros subacuáticos en más de 100 kilómetros entre ríos, pantanos, esteros y al interior de un paisaje subterráneo inundado y semi inundado, que está conformado por cenotes, pozos y cuevas que incluyen algunos elementos explorados por primera vez. Los hallazgos son de diversas épocas: paleontológicos, arqueológicos e históricos con bienes identificados o recuperados.
En la actualidad se tiene registro de 31 cavidades, con testimonios de la evolución a través de fotos o videos digitales, modelos de elevación. Entre los resultados más importantes que se producen a través de la prospección arqueológica se dieron a conocer los correspondientes al tramo cuatro, con la canoa prehispánica, una cueva tapiada con 35 ofrendas de cerámica, pinturas rupestres, piezas míticas, una estela y bancos de material, así como un pozo de más de 50 metros de profundidad que marca la entrada al Xibalba, inframundo maya.