El formato original del Maratón de La Habana regresa este domingo 20 de noviembre tras dos años de cancelación por pandemia, uno de los eventos deportivos más esperados por los amantes del running, quienes tienen como principal objetivo, cruzar la línea de meta durante esta competencia de fuerza y resistencia física para la cual se preparan por años, con entrenamientos, una alimentación adecuada, además de mucha agudeza mental.
Este maratón es una forma de conmemorar tres eventos importantes en la historia de Cuba: la Fundación de La Habana, la proclamación de esa misma ciudad como Patrimonio de la Humanidad y el Día de la Cultura Física y Deporte, entre escenarios sorprendentes que te acompañarán durante los 42,195 kilómetros que dura este recorrido en el que el más veloz se llevará la presea de oro.
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1. Capitolio
El Capitolio Nacional de Cuba es una de las edificaciones más emblemáticas que puedes conocer durante este evento deportivo. Se localiza en el centro de Cuba y es similar al Capitolio de Washington D.C., en Estados Unidos, pero cuenta con un metro más de altura, un metro más de ancho, un metro más de largo y es mucho más rico en detalles o acabados. Las obras de construcción de este espacio dieron inicio bajo el mandato del dictador cubano Gerardo Machado en 1926, con respaldo de Norteamérica. Para concluir con las obras de construcción, se ocupó la mano de obra de más de 5,000 personas y se tomó un periodo de tres años, tres meses y veinte días de trabajo, unos 17 millones de dólares americanos y varias toneladas de piedra caliza blanca, el principal material que se usó en su construcción.
2. Paseo del Prado
Es una avenida muy emblemática de La Habana, que une al Capitolio con el Malecón. Este espacio fue diseñado por Forestier y lo más sobresaliente son sus icónicos leones de bronce, que se han transformado en un verdadero símbolo de la ciudad. Este paseo cuenta con una larga historia que se remonta hasta 1772, cuando la ciudad todavía estaba protegida por enormes murallas y surge por la necesidad de contar con un paseo extramuros, lo cual hizo nacer una alameda que se extendía a lo largo de la muralla, entre las dos puertas que tenía la ciudad en aquel entonces. Su apariencia actual la fue adquiriendo a partir de 1929, cuando se construyeron algunos bancos de piedra y se añadieron algunos otros elementos como sus farolas de hierro y el piso terrazo, así como las ocho estatuas de leones que fueron hechas en bronce fundido de los cañones que se usaron para defender la ciudad.
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3. Malecón de la Habana
La historia de este malecón comenzó en el año 1819, cuando se puso en práctica el llamado “ensanche de extramuros”, pues la ciudad estaba experimentando un crecimiento acelerado y el espacio costero que iba desde la entrada de la bahía hasta el Torreón de San Lázaro, era solo un espacio abierto de roca y mar, donde algunas familias acudían para tomar baños entre las olas de su mar. En 1859, por todo San Lázaro comenzó a circular un ferrocarril urbano, que iba desde las cercanías del puerto hasta la propia desembocadura del Almendares, cuando aparecieron los barrios El Carmelo y Vedado y fue cuando se pensó en el inhóspito litoral habanero y encargaron el proyecto a Don Francisco Albear, el más grande ingeniero cubano de la época, quien concibió esta obra como algo más allá de una simple paseo, que dio vida a la hermosa creación que podrás transitar durante tu participación en esta carrera.