Uno de los símbolos más característicos de la época navideña es la flor de Nochebuena, durante la temporada las principales avenidas de las ciudades de tiñen de rojo, aunque su origen es mexicano viajó a Europa desde 1828 cuando el diplomático estadounidense, Joel Roberts Poinsett viajó a Taxco y consiguió semillas de la planta para enviarlas a Filadelfia donde comenzó a cultivarse y se le bautizó con el nombre del diplomático.
Aunque el Pueblo Mágico de Taxco es la cuna de la flor roja, de 60 especies, en México los principales productores son Ciudad de México, Morelos y Michoacán donde se cultiva en invernaderos para distribuirse a diversas regiones del país. La flor tiene su propia celebración, el 8 de diciembre, Día Nacional de la Nochebuena y a su alrededor se cuentan diversas leyendas de origen prehispánico, esta es una de ellas.
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Cuál es la historia detrás de la Nochebuena
La flor de Nochebuena era muy apreciada por su belleza en la época prehispánica, Nezahualcóyotl, el rey poeta la cultiva en sus jardines y de ahí viajó a la CDMX para adornar los jardines de la Gran Tenochtitlán. Su nombre en náhuatl es Cuetlaxóchitl, que quiere decir “flor que se marchita” y era un símbolo de pureza que se utilizó en rituales, ceremonias y para uso medicinal por sus propiedades.
La leyenda cuenta que en el norte de Taxco se daba un arbusto de bellas flores blancas. Después de una batalla en la cual los mexicas derrotaron a los chontales y las flores sin razón alguna, se marchitaron, por ello los vencedores optaron por llamarla "flor que se marchita". Cuando llegó el tiempo de la siguiente floración, los arbustos se cubrieron de flores con pétalos rojos debido a la sangre derramada por los vencidos.
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Otras versiones, dicen que un ángel se apareció frente a un niño desconsolado y lo mandó a cortar hierbas al monte. Después de cortarlas, las colocó en el altar y se convirtieron en estas hermosas flores de un rojo intenso que hicieron felices al niño y al Niño Jesús. Hay muchas variedades de la leyenda, casi todas relacionadas con la celebración cristiana de la natividad.