Ya está aquí la Navidad, una celebración que nos permite compartir momentos hermosos con nuestros seres queridos, amigos o en pareja, una hermosa temporada donde la fiesta no para, los adornos engalanan las calles de nuestras ciudades con hermosas luces iluminando los espacios, nacimientos colosales, trineos de Santa Claus y sus renos que lo acompañan para repartir los regalos a los pequeños que se portaron bien con sus papás.
Estos simpáticos animalitos se han convertido en un elemento que no debe faltar en los hogares que celebran la Navidad alrededor del mundo y en esta nota vamos a saber las razones por las cuáles los renos se han convertido en parte indispensable de las celebraciones navideñas, pues en esta temporada podemos encontrarlos en varios espacios públicos e incluso como adornos de los árboles navideños en las casas de ciudadanos de México y otras partes del mundo.
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¿Qué hace tan especiales a los renos en esta época navideña?
La concepción actual de la Navidad es producto de los cambios culturales que se dieron a lo largo del tiempo e independientemente de los factores religiosos, existen algunos otros elementos que lograron integrarse a la imagen de esta celebración, como lo es el caso de Santa Claus, los muñecos de nieve, los duendes, las luces decorativas y los renos, animales resistentes y fuertes que se han convertido en un símbolo muy importante para estas fechas.
Se sabe que los renos cumplen un papel fundamental para los festejos de esta época decembrina, ya que son los animales que jalan el trineo de Papá Noel, quien repartirá los juguetes y regalos a todos los niños que se portaron bien con sus padres durante el año, pero para comprender un poco más sobre su papel tan importante en estas fechas, debemos acercarnos al poema de Clement Clarke Moore, quien escribió en el año 1807 “A visit from St. Nicholas”.
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Este hermoso texto narra la llegada de este singular personaje navideño a una casa y en la historia se integra la participación de ocho renos que jalaban el trineo e inclusive, el artista se da a la tarea de nombrar a cada uno de estos animalitos:
Cuando a mis asombrados ojos apareció, un trineo miniatura y ocho renos, con un viejo conductor tan vivaz y ágil, supe de inmediato que debía ser San Nicolás.
Más rápido que las águilas venían sus renos, y él silbó y gritó y los llamó por su nombre:
¡Ahora, Alegre! ¡Ahora, Bailarín! ¡Ahora Bromista y Acróbata!
¡Vamos Cometa! ¡Vamos Cupido! ¡Vamos Relámpago y Trueno!
Pero además de este, otro relato llegaría posteriormente para completar la famosa manada de renos que acompañaría a Santa pues en el año 1939, el escritor estadounidense, Robert I. May presentó “Christmas Story”, el cuento que integra a uno de los renos más destacados dentro de estas celebraciones. Es en esta historia donde aparece Rodolfo, una historia que cuenta cómo los demás renos se burlaban de este pequeño por su nariz roja y brillante. Sin embargo, la suerte de Rodolfo cambiaría cuando se le encomienda la tarea de iluminar el camino de Santa Claus y sus compañeros tras enfrentarse a una tormenta de nieve, usando su auténtica nariz para alumbrar el camino.
Así fue como el nuevo integrante de este grupo pasó del rechazo a la admiración por parte de los demás, pues gracias a él, Santa logró cumplir su misión, integrando a estos bellos animalitos a los rituales navideños anuales. Dentro de la fauna del Ártico, los renos son animales valiosos para los habitantes locales, pues sirven de ayudantes en sus tareas de desplazamiento, cuentan con un pelaje tupido y espeso que les ayuda a enfrentar las bajas temperaturas y la sangre espesa de su organismo impide que sufran congelamiento, lo que los hace perfectos para trabajar en estos climas extremos.