El Palacio de Buckingham es la residencia oficial y centro administrativo de la monarquía británica desde el año 1,837. Es un lugar de ceremonias reales, visitas oficiales, grandes banquetes, recepciones, almuerzos y cenas. Pero también es hogar de la Reina Isabel II. Cada año, durante el verano, recibe a unos 50 mil visitantes.
El Palacio tiene 775 habitaciones, de ellas, 52 son dormitorios, tanto reales como de invitados, y alberga una de las mayores colecciones de arte del mundo. Fue la Reina Victoria la primera monarca en instalarse en el Palacio de Buckingham y hoy es posible conocerlo en su interior, si estás de viaje por Inglaterra te decimos cómo puedes visitarlo.
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¿Cómo visitar el Palacio de Buckingham?
El interior del Palacio de Buckingham se puede visitar, solamente durante los meses de verano, específicamente del 30 de julio al 25 de septiembre que cuando la familia real está de vacaciones. Aunque no hay acceso a todas las áreas sí es posible entrar a las salas abiertas al público, y a los jardines aunque hay que pagar una cuota, la entrada sencilla cuesta 24 Euros para adultos y 23.50 para los niños. Los menores de cinco años entran gratis.
Sin embargo, hay quienes se conforman con ver la Ceremonia del Cambio de Guardia que se realiza en una hora específica, que ha cambiado por la situación de la pandemia, así que la sugerencia es ver el calendario oficial del cambio de guardia del Palacio para que te lleves una sorpresa. Dicha ceremonia dura unos 40 minutos y consiste en la llegada de guardas “frescos” para relevar a su compañeros, el evento se ameniza con una banda de música.
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Consejos para visitar el Palacio de Buckingham
Como la casa real solo está abierta al público durante diez semanas al año, lo mejor es comprar los boletos con anticipación, pues casi siempre se terminan antes de que sus puertas se abran. Hay un sistema de admisión cronometrado que opera en intervalos de 15 minutos, cuando tengas tu boleto debes legar a la hora exacta que marca la admisión, no antes ni después. No lleves bultos ni mochilas porque pasarás por un filtro de seguridad, igual que en los aeropuertos.
Puedes tomar fotografías pero solo en los jardines cuando llegues al final del recorrido, las fotografías no se permiten durante tu visita a las salas estatales, tampoco se permite comer o beber dentro del Palacio. El boleto de entrada incluye una guía multimedia disponible en inglés, francés, alemán, español, italiano, japonés, portugués brasileño, ruso y mandarín. No se permite el uso de carriolas o cochecitos para bebés y el uso de baños también está restringido para el final de la visita.