México se ha caracterizado y es reconocido mundialmente desde siempre por su basta diversidad que cada rincón mexicano posee, que van desde tradiciones prehispánicas e indígenas, las cuales han logrado mantenerse y adaptarse a lo largo de los años y, a pesar de la llegada de los españoles, generando más manifestaciones culturales que nos han puesto en el radar de los turistas que visitan cada año nuestro país.
También contamos con impresionantes zonas arqueológicas, así como atractivos turísticos naturales, que se han convertido en lugares imperdibles que tenemos que conocer una vez en nuestras vidas o experimentar ciertas actividades los cuales han sido reconocidos por la UNESCO como Patrimonios de la Nación.
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Diferencias entre patrimonio tangible e intangible
Conocer las diferencias entre un patrimonio tangible e intangible es de vital importancia, para poder tener presente toda nuestra cultura mexicana en alto, así como fomentar su cuidado y preservación de cada uno de estos, ya sean físicos o no. También nos permitirá convivir con ellos de una manera más consciente y respetuosa.
Patrimonio intangible
De acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), este tipo de patrimonio comprende tradiciones o expresiones culturales que han sido transmitidas de generación en generación, por ejemplo: “tradiciones orales, artes del espectáculo, usos sociales, rituales, actos festivos, conocimientos y prácticas relativas a la naturaleza y el universo, y saberes y técnicas vinculados a la artesanía tradicional”.
En México se han reconocido alrededor de 8 tradiciones intangibles, las cuales son Día de Muertos, los Voladores de Papantla, gastronomía, el mariachi, tradiciones de la Peña de Bernal, La Pirekua purépecha, Danza de los Parachicos y la charrería.
Patrimonio tangible
Son todos aquellos que, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), representan un “valor universal excepcional y pertenecen al patrimonio común de la humanidad”. También por su carga cultural, ya que contribuye al cuidado, enaltecer u respeto por las culturas e identidades. Además, son fuente de inspiración para las nuevas generaciones y futuros monumentos que podrían ser consideramos también patrimonios. Fomenta la diversidad cultural y su apreciación y conocimiento, algunos pueden ayudar en la economía de lugares (como el turismo).
De acuerdo con la Secretaría de Cultura, en México contamos con una gran cantidad de este tipo de patrimonios, los cuales son: Centro histórico de la Ciudad de México y Xochimilco, la zona arqueológica de Monte Albán (Oaxaca), Ciudad prehispánica de Teotihuacán (Estado de México), Paisaje agavero y antiguas instalaciones industriales de Tequila, entre otros.