Los habitantes de Murcia, Almería, Valencia y Alicante, en España, amanecieron con el cielo color naranja, así es, un extraño fenómeno sorprendió a esta parte del continente europeo. Todo lo provocó la tormenta Calima, que está impulsando una masa de aire cálido llena de polvo desde el norte de África hasta Europa, afectando la calidad del aire en varios países, según los medios locales. Este fenómeno tenía décadas que no ocurría, pero para esta ocasión se vivió una potentísima entrada de polvo” procedente del Sahara que marcará la situación meteorológica de esta semana, con un episodio de calima que irá avanzando del sur al norte del país y alcanzará su máximo el miércoles al amanecer.
Ante el fenómeno, las autoridades españolas pidieron a los ciudadanos que usaran cubrebocas cuando estuvieran afuera y evitar hacer ejercicio al aire libre. Mientras que las personas con alergias y problemas respiratorios son particularmente vulnerables a los picos en la contaminación del aire por partículas pequeñas. Las tormentas de arena y polvo ocurren de forma anual cuando los vientos poderosos y calientes barren los suelos sueltos en tierras áridas.
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Según las autoridades de España, la calima durará hasta el próximo miércoles, cuando finalmente se desplazará hacia el este y producirá precipitaciones en la Península y Baleares.
“El episodio es muy fuerte, pero esto pasa en febrero o marzo cuando una borrasca en Argelia y Túnez recoge polvo y lo lleva a Europa. Puede llegar al Reino Unido e Islandia, como el año pasado”, declaró a The Associated Press Carlos Pérez García, investigador del polvo atmosférico.
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¿Qué es el fenómeno de la calima?
Este fenómeno meteorológico cuenta con una alta concentración de partículas muy pequeñas de arcilla, arena o ceniza en suspensión. En este caso, la nube de polvo que ha cubierto nuestros cielos procede de África. Más concretamente, del desierto del Sahara. Sin embargo, este fenómeno es relativamente frecuente aunque no con tanta intensidad. De hecho, sería una de las calimas más potentes de los últimos diez años. Por norma general, suele desaparecer en uno o dos días, en caso contrario es mejor tomar precauciones.
Al mismo tiempo es evidente la pérdida de visibilidad, una exposición retirada a la calima puede producir la aparición de molestias en ojos, nariz y/ o garganta. Entre lo más comunes son broncoespasmos, crisis respiratorias o episodios de asma. Su desaparición suele estar condicionada a los cambios en la presión atmosférica que pueden originar el viento o la lluvia.