VOZ EXPERTA

Los hoteles todo incluido apuestan por el turismo de lujo

Los hoteles todo incluido eran sinónimo de viajes económicos a propiedades colosales, pero en los últimos años se han reinventado como una de las propuestas hospitalarias más versátiles

All Inclusive.Pese a los efectos de la pandemia, el sector logra recuperarse de forma favorableCréditos: Getty Images
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Creados a mediados del siglo pasado para atraer a los sectores menos acaudalados de la naciente comunidad turística, los hoteles todo incluido se han transformado para admitir diferentes categorías –de las más económicas hasta las más extravagantes–, acomodar a más perfiles de viajeros, extender su presencia en otros destinos y diversificar sus fuentes de inversión.

Carolina Lacerda, Director Ejecutivo de Hoteles y Hospitalidad de JLL México, platica con El Heraldo de México sobre la evolución de un segmento que, en los últimos años, se ha ganado un lugar protagónico en los planes de expansión de las grandes cadenas y que, para sorpresa de todos, fue de los primeros en recuperarse tras la reapertura del turismo después de la pandemia.

¿Cómo se ha transformado el segmento de los hoteles todo incluido, sobre todo en las últimas décadas?

Al principio, los todo incluido eran esas grandes propiedades de 500 a mil habitaciones que, a través de cuotas y paquetes, ofrecían un turismo asequible para todos. Comenzó con las cadenas españolas, como Riu, Iberostar, Palladium y Barceló, que más adelante llegaron a destinos como México y el Caribe, atraídos por el costo y las leyes laborales que favorecían este modelo, dependiente de grandes volúmenes y una fuerza laboral más numerosa.

Con los años, el producto fue cambiando para incluir categorías y tarifas más altas, llamando la atención de las cadenas hoteleras con un modelo muy interesante de precios elevados y paquetes que consideran estancias largas. Hoy, todas las de mayor tamaño han incorporado el segmento All-Inclusive en sus portafolios: ya sea, como Hyatt que invirtió en Apple Leisure Group –creadores de marcas como Dreams y Secrets– o creando sus propias líneas, como Hyatt Ziva y Hyatt Zilara de la mano de Playa Hotels & Resorts; Marriott que ofrece un todo incluido opcional en sus propiedades, o como Hilton que está creando un área para manejar su propuesta de todo incluido bajo sus mismas marcas. En los destinos correctos y con el producto adecuado resulta bastante rentable.

¿Cómo es este destino correcto para un todo incluido?

Son destinos vacacionales y de resorts, aunque no necesariamente de playa: también pueden haber en sitios naturales, como campos y montañas, que no cuenten con tantos atractivos turísticos porque el hotel tiene casi todo. Depende mucho del tipo de huéspedes; hoy hay All-Inclusives específicos para familias o parejas.

Al ser operaciones que todavía requieren muchos empleados, los países con bajos costos laborales, como México, son más favorables. Pero con el aumento de las tarifas, también incrementan las opciones de lugares en donde un todo incluido puede prosperar.

También, como se trata de un negocio que depende de grandes volúmenes de viajeros, es importante considerar el acceso aéreo para elegir localidades con aeropuertos bien conectados y de mucha capacidad.

Además del turismo recreativo, ¿qué otros segmentos se pueden beneficiar de este modelo?

Al dejar de ser un producto exclusivamente de bajo costo e incorporar experiencias y propiedades de lujo, creo que cada vez veremos más grupos en hoteles todo incluido.

¿Cuál fue el impacto de la pandemia en el mercado de los hoteles todo incluido?

Pensamos que este sería el último segmento en recuperarse. Nos preguntamos, ¿quién va a querer estar en un buffet con otras 500 personas? Sin embargo, la recuperación fue muy fuerte. Creo que, en parte, se debe  a que estos hoteles, sobre todo los que se encuentran en la playa, cuentan con muchos espacios exteriores que permitieron que la gente se sintiera cómoda. Como México no cerró sus puertas, los hoteles pudieron recibir huéspedes internacionales, sobre todo estadounidenses, que viajaron para no pensar en la pandemia. Muchos de ellos, incluso, visitaron México por primera vez gracias a que era el único país abierto.

¿Qué oportunidades representa esta transformación del modelo todo incluido para los Bienes Raíces?

Antes, las inversiones eran familiares y patrimoniales, no institucionales. Hoy, al tener presencia en otras categorías y destinos, también tenemos otros tipos de inversionistas. Y eso también detona el desarrollo: como el capital de un fondo es mayor al de unas familias que se unen para abrir un hotel, la apertura de nuevos hoteles en este segmento se ha acelerado: de 1990 a 2022, México pasó de tener 51,344 habitaciones en la categoría All-Inclusive a 125,135; mientras que en los próximos años verá la inauguración de 7,814 más (91 por ciento de las cuales se consideran Upper Upscale y Luxury).