Sin duda, la pandemia por COVID-19 generó que los paradigmas tradicionales del turismo cambiaran. Hoy el principal reto al que se enfrenta Querétaro es hacer que su sector tenga más y mejores ventas. Mariela Morán Ocampo, secretaria de Turismo del estado, nos habló de lo que viene para este destino en los próximos meses.
¿Qué tan relevante es el turismo en la economía queretana?
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Es un hecho que se trata de uno de los motores más importantes. El turismo da empleo a más de 190 mil queretanos y queretanas; es decir, en esta actividad está 23% de las fuentes de empleo del estado y aporta 22% del Producto Interno Bruto de la entidad, con alrededor de 89 mil millones de pesos.
¿Qué acciones están implementando para reactivarlo?
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Desde octubre del año pasado la encomienda es la de llevar a Querétaro al siguiente nivel. Para lograr este objetivo y para superar las afectaciones de la pandemia, estamos impulsando un modelo denominado Turismo 5.0, un esfuerzo que busca vincular a la iniciativa privada, a los gobiernos, a la academia, a la sociedad y organismos internacionales, para diseñar acciones que hagan de Querétaro, un destino más incluyente, verde y entrañable.
Esa es la gran visión. Pero desde luego que tenemos planes y proyectos para reforzar la capacitación, certificación y profesionalización de nuestros prestadores de servicios, elevar su competitividad, fortalecer nuestros productos ancla y generar nuevos, como el sitio Querétaro.Travel.
Como secretaria de Turismo, ¿cuáles son sus retos en el estado?
Tenemos desafíos importantes, como la reactivación del turismo de reuniones, que ha sido un pilar para Querétaro. Tenemos que seguir avanzando con pasos firmes, en hacer de Querétaro un destino incluyente. Debemos ser un destino que cuide al medio ambiente y que tenga políticas claras para alcanzar la sustentabilidad.
Una de las tareas más importantes para la Secretaría en esta administración es terminar la reactivación del sector. Vamos por buen camino; en 2019, antes de la pandemia, tuvimos 2.5 millones de turistas hospedados, que dejaron una derrama superior a los 12 mil millones de pesos; para 2020 esos números se nos cayeron hasta los 936 mil visitantes, que dejaron apenas 7 mil millones de pesos; sin embargo, para 2021 ya nos recuperamos de manera considerable y llegamos casi al millón y medio de turistas, con una derrama cercana a 8 mil millones de pesos. El año pasado cerramos con una ocupación hotelera de 40%, y en lo que va de 2021 ya nos estamos acercando a 50%. Tenemos confianza en el trabajo que estamos desarrollando.
¿Qué rutas turísticas le parecen indispensables recorrer?
La más importante es la Ruta del Queso y el Vino, pero en Querétaro tenemos un circuito con más de 80 haciendas, jardines, viñedos y recintos históricos.
En Tequisquiapan, cada año la Feria Nacional del Queso y el Vino. Somos el destino enoturístico más visitado de México, con un millón de turistas cada año, quienes son atraídos por los 30 viñedos y 11 queserías artesanales del estado; 95% de los turistas que visitan el estado lo recomiendan como destino.
En nuestro estado se encuentra también el primer clúster vitivinícola de México. No es gratuito que Querétaro haya sido distinguido como el nuevo Napa Valley mexicano, por Travel Lemming.
¿Qué proyectos están desarrollando para 2022-2023?
Vamos a consolidar nuestra imagen: un nuevo concepto adaptado a las necesidades de los viajeros. También un distintivo con el que buscamos atraer nuevos mercados y fortalecer los que ya tenemos.
Estamos trabajando para posicionarnos como destino líder en turismo de romance, segmento en el que ya somos referente latinoamericano; en promedio se llevan a cabo 100 bodas cada mes, con alrededor de 18 mil invitados. En eso estamos.