Con el objetivo de preservar la zona arqueológica de Chichén Itzá y por considerarse Patrimonio Cultural, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), prohibió en 2006 a los visitantes subir al Templo Maya, sin embargo, en los últimos meses, dichas restricciones han sido violadas por turistas extranjeros que decidieron subieron a la Pirámide de Kulukkán para “disfrutar de la vista”, sin importar los gritos e indignación de quienes presenciaron la situación.
El primer caso del 2023, fue protagonizado por un turista polaco de nombre Pawel Tomasz, quien el pasado 28 de enero, subió sin permiso la escalinata poniente del Castillo de Kukulcán. El hecho se dio a conocer a través de un video en redes sociales donde se puede observar al visitante bajando las escalinatas, acompañado por dos guardias de seguridad, quienes posteriormente lo escoltan para llevarlo a las oficinas administrativas. No obstante, una vez abajo, una persona golpeó al turista con un palo en la cabeza a manera de “castigo”, al mismo tiempo, tanto locales como otros visitantes extranjeros, le gritaron consignas e insultos.
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Multas y respuesta del INAH
De acuerdo con el Instituto, la persona fue detenida y puesta a disposición de la autoridad civil más cercana. Debió cubrir una multa de $5,000 pesos, monto que realizó en la caja de tesorería ubicada en el Ayuntamiento de Tinum. Según declaró, su acceso al área no autorizada fue con el objeto de tomar fotografías para redes sociales. Imágenes que borró antes de ponerlo en libertad.
Por su parte, la Secretaría de la Cultura del Gobierno mexicano informó que no hubo daños al majestuoso edificio prehispánico, considerado una de las Siete Maravillas del Mundo. Cabe destacar que la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos, establece en el artículo 55, las penas y sanciones contra quienes dañen monumentos arqueológicos inmuebles, o quienes vulneren la citada ley y pueden llegar a cantidades como los 100 mil hasta los 150 mil pesos