Puebla es uno de los mejores destinos para visitar en Día de Muertos por los recorridos a sus principales panteones, ya que las tumbas son decoradas por las propias familias con altares de flores de cempasúchil, veladoras, cal, fruta y algunas de las bebidas favoritas de los difuntos que pintan el paisaje de una manera mágica.
Los panteones en la cultura mexicana son lugares sagrados, místicos y tenebrosos, al mismo tiempo, ya que algunos resguardan terroríficas leyendas que te pondrán los pelos de punta. Esta temporada de Día de Muertos conoce las leyendas que albergan algunos de los cementerios más emblemáticos de Puebla.
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La niña del Panteón Francés
El Panteón Francés se encuentra aún costado del Panteón Municipal, y en este lugar fueron enterrados los soldados franceses que perecieron en la Batalla de Puebla del 5 de mayo, entre las tumbas que este cementerio alberga, una de las más conocidas y temidas es la de la niña Rosa Luisa Carranza Marín, una niña que murió de 9 meses en 1902, y se dice que la estatua de su tumba cobra vida a altas horas de la noche.
Las Comadres del Panteón del Carmen
Este cementerio se localizaba en lo que ahora se conoce como El Jardín de El Carmen, y fue el primer cementerio de la ciudad. Cuenta la leyenda que en el portón de la entrada se encontraban puestas dos figuras femeninas que a altas horas de la madrugada cobraban vida y discutían, y asustaban a los que pasaban cerca. Por lo que la gente las comenzó a llamar “las comadres”.
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La deambulante del Panteón Municipal
El Panteón Municipal fue edificado en 1880, y es uno de los más antiguos de la ciudad. Cuenta la leyenda que el espíritu de una mujer logra salir del cementerio, y todas las noches aborda un taxi con destino a donde era su domicilio. Muchos se quedan petrificados al descubrir que se trata del fantasma de una chica que lleva más de 60 años muerta.