En un despliegue de colores y aromas que celebra la riqueza cultural de México, la Ciudad de México se engalana con la llegada de la temporada del Día de Muertos. Las principales calles se transforman en lienzos de cempasúchil, la flor naranja que representa la tradición y la conexión con los seres queridos que han partido. Te contamos todos los detalles.
Esta hermosa tradición, de la Alfombra de Cempasúchil, convierte las aceras y plazas en un tapiz vibrante que cautiva a los transeúntes y turistas por igual en las proximidades de conmemorar el Día de Muertos. Pasear por estas calles adornadas es como entrar en un cuento de hadas naranja. Los pétalos de cempasúchil, cuidadosamente dispuestos para formar intrincados diseños y figuras, crean un sendero mágico que te invita a explorar la esencia misma de la celebración del Día de Muertos.
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¿Cuáles son las calles donde pondrán tapete de flores de cempasúchil?
Cada paso es un encuentro con la historia y la tradición mexicana, un tributo a la memoria de los seres queridos y una oportunidad para apreciar la artesanía y la dedicación de las personas que crean estas maravillosos adornos. Estas son las 12 vías primarias donde podrás encontrar estas bellas flores en la CDMX:
- Paseo de la Reforma, de Periférico a Eje 2 Norte
- Canal de Miramontes, de Calzada del Hueso a Canal Nacional
- Viaducto Río Becerra, de Puente La Morena a Viaducto Miguel Alemán
- Sendero Seguro Renato Leduc, de Calzada de Tlalpan a Calle Coapa
- Periférico Sur, de Camino a Santa Teresa a Calle Forestales
- Eje 6 Sur, de Av. Javier Rojo Gómez a Gabriela Mistral
- Av. Chapultepec, de Circuito Interior a la Av. Niños Héroes
- Av. Ocho, de Circuito Interior a Viaducto Río de la Piedad
- Eje 3 Oriente, de Calle 310 a Calle 306
- Ejército Nacional de Bahía de la Concepción a Calle Kepler
- Calzada de la Viga, de Campesinos a Av. Recreo
- Calzada México Tenochtitlan, de Valerio Trujano a Calle Héroes
La Alfombra de Cempasúchil se convierte en un escenario perfecto para los visitantes ávidos de fotografías únicas y memorables. Los colores intensos contrastan maravillosamente con el cielo azul y las fachadas de las antiguas construcciones, creando instantáneas que capturan la esencia vibrante y efímera de esta tradición.
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Esta experiencia visual y olfativa no solo es un deleite para los turistas, sino también para los habitantes locales, quienes se enorgullecen de compartir su cultura y sus tradiciones con el mundo.
La Alfombra de Cempasúchil se convierte así en un punto de encuentro, donde las personas se reúnen para admirar y celebrar juntas. Cada año, esta hermosa tradición se renueva, recordándonos la importancia de mantener vivas nuestras raíces y compartir la belleza de nuestras costumbres con quienes nos visitan.