La Nochebuena, conocida en nuestro país como el símbolo de la Navidad es una belleza que ha tejido su historia en torno a las festividades a nivel mundial, convirtiéndose en un emblema que adorna hogares y simboliza la temporada festiva. Originaria de México, esta flor ha conquistado corazones en todo el mundo y despierta admiración no solo por su vistoso color rojo, sino también por su fascinante leyenda.
La Nochebuena, cuyo nombre científico es Euphorbia pulcherrima, es originaria de México, donde florece de manera natural en la región tropical. Su impactante color rojo y su floración en invierno la han vinculado de manera especial con las festividades navideñas.
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¿Cuál es la leyenda de la leyenda de la flor de Nochebuena?
En la época prehispánica, los antiguos mexicanos la llamaban, en náhuatl, Cuetlaxóchitl -vocablo que proviene de la unión de dos palabras, “Cuetlaxtli” que significa cuero y “Xóchitl” que significa “flor” o “la reina de las flores”- o “flor que se marchita” o “flor de pétalos resistentes como el cuero”. Para los aztecas su color rojo simbolizaba la sangre de los sacrificios que ofrendaban al sol para renovar sus fuerzas.
La Nochebuena se ha convertido en un símbolo de amor y prosperidad, en México, se utiliza no solo para decorar hogares y espacios públicos, sino también en celebraciones religiosas. La diversidad de colores, que incluye tonos como el blanco y el rosa, añade un toque vibrante y festivo a la decoración navideña.
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Esta joya mexicana ha trascendido fronteras y es reconocida como un emblema de la Navidad. Su impacto visual y su conexión con la leyenda de Pepita le confieren un significado especial que va más allá de su belleza estacional.
La producción de Nochebuenas es una tradición arraigada en México. Los meses previos a la Navidad ven la proliferación de estas flores en viveros y campos, listas para embellecer los hogares y recordar, con su resplandor rojo, la leyenda que las hace únicas en la celebración de la Nochebuena mexicana.