Una artista escultora de origen israelí, fan del Mar Muerto desde que era pequeña, decidió hacer partícipe de lo artificial a este paisaje natural salado en sus creaciones artísticas. La artista en cuestión, Sigalit Landau, lleva años petrificando cosas dentro de este mítico mar, tales como un vestido de novia de estilo victoriano, 500 sandías, un violín y un par de zapatos.
Ha puesto a estos objetos a "nadar" en el entorno salado de las aguas de este mar, ubicado entre Israel y Jordania. A través de la lente de su cámara ha registrado el proceso mediante el cual, las piezas mencionadas se han transformado en increíbles y pesadas esculturas de sal.
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Vestido de novia se transforma con las propiedades del Mar Muerto
A pesar de que la artista tiene muchas otras esculturas petrificadas dentro de las aguas del Mar Muerto, quizás sea el vestido, de estilo victoriano, el que, debido a la exposición a las sales marinas de este mar, pasó de gozar de un intenso color negro a un tenue color claro. Ha sido su obra más sobresaliente, su escultura más conocida.
Después de cierto tiempo, el vestido y el resto de los objetos trabajados por esta artista quedaron petrificados y, en ocasiones, con colores distintos. ¿Será el cloruro de sodio y sus estructuras cristalinas y cúbicas un eficiente modo de colorear debajo del mar?
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Lo mágicamente curioso del entorno natural que les da vida a las obras de esta artista es que el Mar Muerto, ubicado a unos 1400 pies (420 metros) por debajo del nivel del mar, aproximadamente, impide el desarrollo de cualquier tipo de vida, debido, precisamente, a las altas concentraciones de sal; es la región con mayor concentración de este elemento, es decir, la sal, en el mundo.
Obra de Landau: Las creaciones de la artista con el Mar Muerto
La artista Sigalit Landau, nacida en Jerusalén, lleva más de diez años ya aventurándose a desafiar las particulares condiciones del Mar Muerto para poder registrar, con sus cámaras fotográficas y de video, el proceso de los inesperados efectos que tienen estas aguas marinas sobre los objetos que son sumergidos ahí.
De hecho, ya podría considerarse a este entorno natural, es decir, al Mar Muerto, como una parte esencial y fundamental en la biografía de esta artista, pues es un lugar clave de su vida al ser el lugar al que sus padres solían llevarla a divertirse los fines de semana cuando su infancia. Landau ya se animó a ir aún más allá y, desde el terreno de las artes escritas, ha recogido ya todas estas aventuras de sal en un libro al cual ha titulado “The Salt Years” (Los años de sal).
El trabajo de esta artista lleva ya algunos años exhibido en el Malborough Gallery de Londres; este museo tiene otras versiones en Nueva York, Madrid y Barcelona.