Nuestro planeta se encuentra en movimiento constante tanto en el Sistema Solar y dentro de sí misma ya que las placas tectónicas provocan algunos sismos de diferentes intensidades, lo cual indica que está en proceso la formación de un nuevo continente, que se acomodará de la misma forma en que se originaron los continentes que hasta ahora conocemos y hemos visitado en nuestras travesías.
Algunos científicos llevan años investigando y haciendo monitoreos sobre los movimientos de la Tierra muy a detalle, lo cual los ha ayudado a entender nuestro hogar y también a conocer un poco más del pasado de este hermoso planeta que podría cambiar su composición territorial, lo cual ha puesto en duda sobre si México seguiría siendo o no parte de Amasia, el nuevo megacontinente que se formará en unos cuantos años.
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¿México formará parte del nuevo continente Amasia?
En el pasado existía un megacontinente denominado como Pangea, el cual agrupaba las masas terrestres que ahora están divididas en los continentes de América, Europa, África, Asia, Oceanía y la Antártida y ahora, gracias a la evidencia científica actual, los expertos han desarrollado una nueva visión del futuro que implica la unión de todos ellos para formar otro gran continente al cual han nombrado como Amasia.
De acuerdo con este modelo, no será sino hasta dentro de 200 o 300 millones de años cuando los escenarios territoriales cambien, de acuerdo a diversos científicos de la Universidad de Curtin, en Australia y la Universidad de Pekín, en China, pues predicen que Estados Unidos se moverá hacia el oeste y Asia hacia el este, la Antártida se unirá a Asia por un lado y a Europa por el otro para dar paso a Amasia.
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Se estima que, en este proceso, los océanos se cerrarán y América y Asia se fusionarán en un solo continente, lo cual nos dice que es muy probable que México cambie por completo su constitución. Tanto el movimiento de la tierra como los enormes lapsos de tiempo pueden ser realmente difíciles de comprender y parecen cuestiones relacionadas a una especie de fin del mundo, una situación apocalíptica que es complicada de entender y aterra a muchos.
Sin embargo, esto es parte inherente de los procesos naturales de nuestro planeta y han pasado en gran cantidad de veces, un recordatorio de la dinámica continua que tiene la Tierra y la importancia de estudiar o comprender los procesos geológicos para seguir mejorando nuestra comprensión del sitio donde vivimos y la larga historia de la existencia de estos territorios en el universo.