Si tienes previsto salir a la carretera tiempo después de haber realizado las revisiones periódicas de tu automóvil, es igualmente crucial llevar a cabo una verificación adicional de ciertos aspectos para evitar cualquier inconveniente durante el trayecto. Con esta sencilla revisión, podrás prevenir consecuencias mayores. Algunos ejemplos incluyen comprobar la reserva de combustible, verificar las luces y el funcionamiento de las señales, entre otros.
Aquí te explicamos cómo asegurarte de que tus llantas estén en óptimas condiciones, permitiéndote disfrutar de tu viaje sin preocupaciones ni contratiempos. Anticiparse es la mejor estrategia para evitar gastos innecesarios. En definitiva, la revisión de las llantas antes de emprender un viaje es esencial para garantizar la seguridad, eficiencia y durabilidad de tu vehículo, además de prevenir posibles inconvenientes en el camino.
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¿Cómo asegurar que las llantas de tu automóvil están en el estado óptimo para tu viaje?
Adopta la práctica de revisar periódicamente tu vehículo con estos simples pasos, previniendo así futuros contratiempos. El Secretario de Turismo de México, Miguel Torruco Marqués, nos ofrece valiosos consejos y recomienda descargar la APP @AngelesVerdesMX o llamar al 078 para obtener asistencia mecánica o asesoría turística.
Comprobar la presión de las llantas: Cuando obtenemos nuestro auto, uno de los datos importantes a memorizar es cuál es la presión correcta a la que deben estar nuestras llantas. Esta información la puedes encontrar en tu manual o en la parte posterior del marco de la puerta del piloto.
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Revisar las válvulas: Las válvulas, situadas en el exterior de las llantas, facilitan el inflado y desinflado, asegurando un sellado hermético para mantener la presión adecuada. Es esencial verificar que todos los tapones estén en la parte superior de cada válvula y que estas se encuentren en buen estado, evitando pérdidas de presión y la acumulación de suciedad o agua en las llantas.
Realizar una rotación de ruedas: Este paso implica cambiar periódicamente la posición de los neumáticos para lograr un desgaste uniforme. Este proceso se realiza intercambiando las llantas según un patrón específico basado en la tracción del vehículo. La rotación es esencial para prolongar la vida útil de los neumáticos y mejorar el rendimiento del vehículo, recomendándose cada 10-12 mil km o cada seis meses. Distribuye el desgaste de manera uniforme entre los neumáticos delanteros y traseros, asegurando mayor durabilidad y eficiencia.
Examinar las bandas de rodadura: Significa evaluar periódicamente el patrón de dibujo en las llantas para asegurar adherencia y prevenir el hidroplaneo, lo cual podría afectar la tracción del vehículo. Revisar los signos de desgaste es esencial para un rendimiento eficiente y seguro de los neumáticos. Si el dibujo está a ras del indicador o es inferior a 3 mm, se sugiere cambiar las llantas.
Realizar el balanceo de las llantas: Es esencial para evitar movimientos y vibraciones en el volante al conducir a velocidades superiores a 90 km/h. Este proceso implica equilibrar el peso de cada llanta y asegurarse de que todas tengan una distribución uniforme, evitando problemas de manejo y desgaste irregular de los neumáticos. Un técnico especializado utiliza contrapesos para lograr este equilibrio, mejorando así la estabilidad y el confort durante la conducción.
Finalmente, es crucial examinar las llantas en busca de posibles cortes, perforaciones, abolladuras u otras irregularidades. Este paso garantiza una evaluación completa de la salud de los neumáticos, previniendo problemas potenciales y manteniendo un rendimiento óptimo en la carretera.