Se acerca del Día de Muertos, pero en México cualquier época del año es perfecta para contar leyendas e historias de terror, pues son parte de la cultura y de las tradiciones orales que se conservan a través de los años, y es que personajes como los “nahuales”, “La Llorona” o las brujas se conocen desde tiempos prehispánicos y posteriores a La Conquista.
Aunque cada región del país tiene sus leyendas, de acuerdo a las tradiciones y costumbres de los pueblos originarios, en la capital del país también hay leyendas que permanecen “muy vivas”, y los sitios en los que nacieron dichas historias de ultratumba aún existen, por lo que podrías armar un tour con los amigos más valerosos en estas fechas.
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Panteón San Fernando
Muy cerca del Zócalo de la Ciudad de México, a unos pasos del Metro Hidalgo, está este cementerio, uno de los más antiguos de la capital del país y que estuvo en funciones entre los años 1832 y 1872; hay tumbas de políticos, gobernantes y militares. Actualmente es un museo y espacio para impartir talleres o de exposiciones de arte; ofrece visitas guiadas, pero se cuenta que aparece una mujer vestida de blanco, que si la miras, se queda inmóvil y escucharás sus desgarradores lamentos.
Calle de Uruguay No. 90
Si has pasado por esta dirección, en el Centro Histórico de la Ciudad de México, observarás una placa que hace referencia a don Juan Manuel, quien vivió es ese domicilio y cuyo espíritu, dicen que pena sin descanso en esa área, ya que por celos, mató a varios hombres, pues hizo un pacto con el diablo al sospechar que su esposa lo engañaba. La leyenda cuenta que el diablo le indicó que para descubrir al amante de su mujer, tendría que matar al primer hombre que pasar por su casa, esto, a las 11 de la noche, pero antes, preguntarle la hora y decir: “Dichoso tú, que sabes la hora en que mueres”.
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Convento de la Concepción
Las historias de las monjas diabólicas sí existen, y en la Ciudad de México hay una de ellas; se trata de la que se cuenta en lo que fue el Convento de la Purísima y Limpia Concepción, en el que se enclaustró la joven adinerada María Gil, que fue abandonada por su amado que la dejó a cambio de dinero. Una vez que ella entró al convento, al no tener la vocación sino estar llena de tristeza, se suicidó colgándose de un árbol del jardín y su espectro se aparecía después de la media noche en el reflejo de la fuente del patio del convento. Ahora solo queda parte del convento y la iglesia, que se ubica en la calle Belisario Domínguez No.7.
El Callejón del Aguacate
En la alcaldía Coyoacán hay un callejón que tiene un nicho con la imagen de la Virgen María; está en el Barrio Santa Catarina, y la leyenda cuenta que un soldado, fastidiado por la atención de un niño hacia su uniforme militar, lo golpeó hasta matarlo, y fue él quien colocó la imagen de la virgen, como muestra de arrepentimiento, sin embargo, quienes caminan por este estrecho callejón de apenas cuatro metros de ancho, afirman que se ve la sombra del niño, se escuchan sus lamentos y el ambiente es sumamente macabro.
La Llorona
Aunque hay varias leyendas de esta mujer que lanza gritos desgarradores y lamentos en busca de sus hijos en varios lugares del país y de América, la de la Ciudad de México tiene su origen en Xochimilco, y es la historia de una mujer indígena sumamente hermosa que conquistó a un capitán de España, con quien tuvo hijos, sin embrago, este hombre la traicionó y abandonó, por lo que ella, en su dolor, mató a sus hijos. Quienes pasean -y viven- por esta zona de la capital del país, afirman haber escuchado a lo lejos el grito “¡Ay, mis hijos!”.