Una de las cosas más impresionantes que puedes observar durante tu viaje a algunos destinos urbanos es la arquitectura de las grandes ciudades, ya que vas a poder encontrar construcciones increíbles y con un gran tamaño, tal como los rascacielos, y en el caso de Argentina, dentro de su capital se encuentra uno de los rascacielos con las historias más interesantes.
La construcción de la que te estamos hablando es el Edificio Kavanagh que se encuentra en la ciudad de Buenos Aires justo al frente de la plaza San Martín, el cual con el paso del tiempo se convirtió en una obra tan importante que actualmente es considerada como Patrimonio de la Humanidad, aunque su construcción sucedió a un motivo muy peculiar, así que si quieres saber de qué se trata, continúa leyendo para descubrirlo.
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La historia detrás del Edificio Kavanagh
El Edificio Kavanagh fue construido hace más de 88 años e inició su obra en los años 30’s gracias a Corina Kavanagh, una mujer adinerada que se convierte en la protagonista de la historia; la leyenda que gira detrás de este rascacielos nos remonta al año 1934, donde Corina quería entablar una relación con uno de los hijos de la familia Anchorena, sin embargo, la matriarca de la familia desaprobó e impidió la relación por cuestiones de clases social.
Esta decisión no le causó gracia a Corina Kavanagh, por lo que decidió vengarse, para esto decidió construir un edificio que se interpusiera entre el hogar de la familia y su sitio favorito, es decir la iglesia del santísimo Sacramento, la cual podían observar desde el hogar de la familia Anchorena, el cual era el Palacio de San Martín que actualmente es la Cancillería; después de un par de años el increíble Edificio Kavanagh cumplió su propósito de bloquear la vista de esta familia, por lo que cada día verían un enorme edificio con el nombre de la mujer que rechazaron.
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Lo que lo convirtió en Patrimonio de la Humanidad
Con el paso de los años este edificio se volvió histórico, por lo que es uno de los sitios emblemáticos de Buenos Aires, lo que ocasionó que a finales del siglo XX la UNESCO pusiera toda su atención en él y así en el año 1999 este recinto fuera considerado como Patrimonio Mundial, además de ser declarado como monumento histórico nacional, por lo que la arquitectura podrá prevalecer idéntica a su fecha de construcción.
Ahora que sabes esto, probablemente te den ganas de visitar este sitio histórico en tu próximo viaje a Buenos Aires, aunque recuerda que si quieres visitar la iglesia del Santísimo Sacramento, el único lugar para admirarla de forma panorámica será el edificio Kavanagh, tal como lo deseó su idealista.