Uno de los deportistas que tiene un gran futuro es el joven clavadista Osmar Olvera, quien con solo 20 años busca su revancha en los Juegos Olímpicos de París 2024. Desde niño su curiosidad y talento por los clavados fue indiscutible, pues aprendió a nadar desde los dos años y cada vez buscaba un punto elevado para poder arrojarse al agua. A diferencia de sus compañeros clavadistas, Osmar creció en la CDMX, pero eso no impidió que su curiosidad por el elemento agua hiciera de lado su pasión por los clavados.
Osmar Olvera vuelve a los Juegos Olímpicos, por segunda vez, para poder logar una presea olímpica, y es que desde muy pequeño ha realizado pruebas para poder colocarse en el pódium. Uno de sus tíos le consiguió su primera prueba en la fábrica de nuevos talentos de la CDMX, de esta forma figuró como un saltador que entusiasma a México. A su corta edad se encuentra entre uno de los mejores del mundo, pues tiene una medalla de oro en el Campeonato Mundial de Doha, Qatar 2024.
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¿Dónde nació Osmar Olvera, el clavadista olímpico?
Originario de la Ciudad de México, Osmar Olvera Ibarra es un joven clavadista que nació un 5 de junio de 2004, y desde joven ha obtenido grandes logros, pues su primera medalla fue en un torneo en Canadá con solo 15 años desde el trampolín de tres metros en la modalidad de sincronizados. En los Juegos Olímpicos de Tokio participó en solitario y desde el trampolín de tres metros terminó en décimo cuarta posición mundial.
El triple campeón panamericano en clavados en Santiago 2023 y recién proclamado campeón del mundo en 1 metro trampolín en el Mundial de Natación de Doha 2024, Osmar Olvera, es una promesa de cara a los Juegos Olímpicos de París 2023. Aunque su disciplina y talento son evidentes, también el joven clavadista comparte parte de su día a día con sus seguidores de Instagram, pues como buen 'chilango' pasa tiempo con su familia explorando parte de la CDMX.
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Sin embargo, no duda en compartir que uno de sus destinos favoritos es la playa, donde también ha disfrutado de días de descanso en compañía de sus seres queridos cuando no está compitiendo. El clavadista oriundo de la Ciudad de México disfruta de sus grandes rincones y aprovecha la oportunidad de poder entrenar en la capital del país.