Después de la mala noticia por la muerte de Julieta Fierro, hoy el universo de la ciencia enciende una estrella más en el cielo por el deceso de Jane Goodall, etóloga especializada en el comportamiento de los chimpancés.
A los 91 años de edad, durante una gira de conferencias en Estados Unidos “la mejor amiga” de los primates murió en California por causas naturales, así lo dio a conocer el Instituto Jane Goodall.
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La científica dedicó su vida al estudio de los chimpancés; convivió con ellos en una reserva natural, y gracias a ello dejó un gran legado al demostrar que los animales tienen sentimientos, emociones e inteligencia.
Así fue la vida de Jane Goodall “la mejor amiga” de los chimpancés
Jane nació en 1934 en Londres, y su curiosidad la llevó a Kenia, en África, en 1958. Su historia con los primates comenzó en el Parque Nacional Gombe en Tanzania, abriéndose paso en un trabajo en el que dominaban los hombres; inició sus investigaciones enfocándose en los primates.
Sin tener estudios universitarios previos, Goodall entró a la Universidad de Cambridge en 1962 y tuvo la fortuna -por la experiencia- de qué le permitieran hacer el doctorado; sus estudios fueron en ciencias naturales y el doctorado en filosofía especializándose en etología.
La tesis de doctorado de Jane Goodall fue acerca del comportamiento de los chimpancés. La también activista fundó el Instituto Jane Goodall, que este primero de octubre dio a conocer la noticia de la primatóloga en Estados Unidos.
La visita de Jane Goodall a México
Apenas el pasado 26 de septiembre, Jane Goodall visitó la Ciudad de México y estuvo frente a alumnos de una universidad; como parte de su mensaje refirió: “Tenemos que entender que no sólo somos parte del mundo natural, sino que dependemos de él; por la comida, el aire, el agua, todo y dependemos de ecosistemas saludables.”
“La cosa más importante que debemos cambiar es que si no trabajamos juntos alrededor del mundo y actuamos ahora mismo para proteger lo que queda de la naturaleza. será demasiado tarde”.
Además de amiga de los chimpancés, la científica fue una incansable activista que promovió la protección al medio ambiente; además del instituto también creó el programa juvenil Roots and Shoots para inspirar a los jóvenes del mundo a tener un impacto positivo en sus comunidades respecto a temas ambientales.
Durante su visita en la Ciudad de México a fines de septiembre de este año, dijo: “Dos cosas serán mi legado. Primero que nada, haber hecho entender a la gente que los animales tienen sentimientos, emociones e inteligencia. La segunda, será mi programa Roots & Shoots, que está en 76 países en todo el mundo y la idea es inspirar a los jóvenes en temas ambientales para que cambien sus comunidades y tengan un impacto positivo en el mundo”.