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Bobi, la historia del perro más viejito del mundo que tiene 31 años de edad

Su vida tranquila en una aldea portuguesa lo convirtió en un símbolo mundial de longevidad canina, pero una investigación reveló que su récord no era tan claro como parecía.

Mascotas.Bobi, la historia del perro más viejito del mundoCréditos: X: @DiloConPerritos
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Durante meses, el nombre de Bobi recorrió el mundo como sinónimo de ternura, resistencia y misterio. Este perro portugués de la raza Rafeiro do Alentejo se transformó en una leyenda viviente al ser reconocido como el más viejo del mundo, alcanzando los 31 años y 165 días.

Su historia, sin embargo, no solo conmovió por su sorprendente edad, sino también por el giro inesperado que tomó poco después de su muerte. Bobi nació en Conqueiros, Portugal, y fue criado por Leonel Costa, quien aseguró que su mascota había vivido toda su vida en el mismo pueblo, libre de cadenas, rodeado de gatos y alimentado con comida casera.

Su entorno tranquilo y natural parecía ser el secreto detrás de su longevidad, lo que llevó a miles de personas a creer en la posibilidad de una vida tan prolongada para un perro. La noticia se viralizó, y en febrero de 2023 Guinness World Records le otorgó oficialmente el título del “perro más longevo del planeta”.

Pero con el paso del tiempo, las dudas comenzaron a aparecer. Veterinarios, expertos y medios internacionales empezaron a cuestionar si realmente había nacido en 1992. La raza de Bobi, el mastín del Alentejo, tiene una esperanza de vida media de entre 12 y 14 años, por lo que su caso parecía desafiar todas las leyes biológicas. El asombro pronto dio paso a la sospecha.

Un perro libre y querido en su aldea

Según contó su dueño, Bobi siempre vivió en plena libertad. Jamás conoció una correa ni un patio cerrado. En la granja familiar donde nació, el perro disfrutaba de largos paseos, buena comida y compañía constante. Leonel Costa solía prepararle carne y pescado remojados en agua para quitarles los condimentos, convencido de que una alimentación “natural” era clave para su bienestar.

En su cumpleaños número 31, su familia organizó una fiesta con más de cien invitados y música, celebrando no solo su edad, sino la historia que había unido a todo un pueblo. Para Costa, Bobi era más que un animal: era un miembro de la familia que había acompañado tres décadas de su vida.

El récord que terminó en duda

Tras su muerte en octubre de 2023, Guinness World Records inició una investigación. La entidad descubrió que Bobi recién había sido registrado con microchip en 2022, y que en Portugal no se exigía prueba de edad para perros nacidos antes de 2008. Eso significaba que no existían documentos oficiales que confirmaran su fecha de nacimiento. Además, las fotos que su familia presentó como evidencia generaron confusión: el cachorro tenía patas blancas, mientras que el Bobi adulto las tenía marrones.

Finalmente, en 2024, Guinness le retiró el título al considerar que no existían pruebas concluyentes de su verdadera edad. Así, el récord regresó al histórico Bluey, un pastor australiano que vivió 29 años entre 1910 y 1939.

El legado de un perro inolvidable

Aunque su récord fue anulado, Bobi sigue siendo recordado por millones de personas como un símbolo de amor y cuidado animal. Su historia impulsó a miles de dueños de mascotas a reflexionar sobre la importancia del ambiente, la alimentación y la compañía emocional en la vida de sus perros.

Para su familia, Bobi no necesita un certificado para ser eterno. “Vivió feliz, libre y rodeado de amor”, dijo Leonel Costa. Y quizá, en eso radica el verdadero secreto de su longevidad: haber tenido una vida llena de cariño y paz, sin importar los números.