Cuando se piensa en Guerrero, el primer nombre que aparece es Acapulco. Sin embargo, este estado esconde auténticos paraísos lejos del bullicio, donde la naturaleza conserva su forma más pura y el mar se mezcla con la tranquilidad. Son playas que no aparecen en los folletos turísticos, pero que enamoran a quien se atreve a explorarlas.
Viajar a estos destinos no es solo una escapada, es una pausa en el tiempo. Aquí no hay grandes hoteles ni centros comerciales, sino montañas, selvas y atardeceres anaranjados que parecen no terminar nunca. Son lugares que invitan a caminar descalzo, dormir con el sonido de las olas y mirar el cielo estrellado sin luces que lo opaquen.
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Estas playas poco conocidas se han convertido en refugios para quienes buscan descansar, practicar ecoturismo o disfrutar del mar sin multitudes. Algunos de estos rincones incluso fueron escenarios de películas o son hogar de especies marinas protegidas. Cada uno guarda una historia distinta, pero todos comparten el mismo encanto: la paz absoluta.
Guerrero tiene más de 500 kilómetros de costa y muchos de ellos siguen intactos. Desde Zihuatanejo hasta la Costa Chica, el estado guarda secretos que pocos han descubierto. Aquí te contamos cuáles son las mejores opciones para disfrutar de un viaje relajante, sin ruido y con todo el encanto del Pacífico.
1. Playa Troncones
Ubicada a unos 45 minutos de Zihuatanejo, Troncones es perfecta para quienes quieren escapar de las grandes ciudades. Es una playa de mar abierto con olas ideales para el surf, pero también un sitio tranquilo donde las tardes se llenan de color. Sus cabañas rústicas frente al mar y pequeños hoteles familiares conservan el ambiente bohemio y relajado que la distingue.
Aquí no hay ruido ni exceso de turistas. Las caminatas por la playa, las fogatas nocturnas y los restaurantes locales que sirven pescado fresco son parte de la experiencia. Es el destino perfecto para quienes buscan un descanso real, sin prisas ni horarios.
2. Barra de Potosí
A solo 20 minutos de Zihuatanejo, este pequeño poblado costero es un paraíso para los amantes de la naturaleza. La laguna que lo rodea es un santuario de aves y manglares, mientras que su extensa playa ofrece tranquilidad total.
Barra de Potosí combina lo mejor del ecoturismo con la hospitalidad guerrerense. Se puede caminar por la arena durante kilómetros sin cruzarse con nadie, disfrutar mariscos recién salidos del agua y ver uno de los atardeceres más impresionantes del Pacífico.
3. Playa Ventura
En la Costa Chica, a unos 150 kilómetros de Acapulco, se encuentra Playa Ventura, un destino ideal para acampar o descansar frente al mar. Aquí no hay resorts ni fiestas, solo el sonido del oleaje y la brisa marina.
Cerca se ubica la Playa Casa de Piedra, donde se puede montar a caballo, practicar kayak o bucear entre lagunas de aguas tranquilas. Es el lugar perfecto para reconectar con uno mismo y olvidarse por completo del mundo.
4. Playa Michigan
En la Costa Chica también se encuentra Playa Michigan, un sitio que sorprende por sus aguas cristalinas y arena clara, muy parecida a la del Caribe. Pocos la conocen, lo que la convierte en un refugio casi privado donde el mar y las palmeras crean una postal perfecta.
Sus aguas tranquilas son ideales para nadar, relajarse o simplemente disfrutar del paisaje. Eso sí, se recomienda llevar todo lo necesario, ya que no cuenta con servicios turísticos.
Guerrero esconde playas para todos los gustos: desde rincones bohemios hasta santuarios naturales donde el silencio es el protagonista. Viajar a estos destinos es una forma de redescubrir el mar, de sentir la arena sin multitudes y de comprobar que, a veces, los mejores lugares están justo donde nadie mira.