VIAJE EN AVIÓN

¿De día o de noche? Cuál es el horario más seguro para viajar en avión

Pilotos y expertos en aviación coinciden en que las primeras horas del día suelen ser las más seguras para volar. Sin embargo, la tecnología actual ha igualado las condiciones, y hoy los viajes aéreos son seguros a cualquier hora.

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Escoger el momento ideal para subir a un avión no depende únicamente del costo del pasaje ni del horario libre del viajero, sino también del tipo de vivencia que desea tener. Hay quienes optan por despegar al amanecer para aprovechar el día desde temprano, mientras que otros se inclinan por los vuelos nocturnos para descansar durante el trayecto y amanecer en su destino.

En la actualidad, factores como la seguridad, el movimiento del avión y la posibilidad de dormir durante el vuelo influyen mucho en la elección del horario. Diversas investigaciones estiman que alrededor del 40% de las personas siente cierto temor al volar.

Esa inquietud lleva a muchos pasajeros a cuestionarse si existen horas del día en las que resulta más seguro estar en el cielo. Los expertos coinciden en que, aunque las condiciones pueden variar según el momento, la tecnología moderna ha convertido al transporte aéreo en uno de los más confiables del mundo.

Los sistemas automatizados, los radares de última generación y las normas internacionales han minimizado casi por completo las diferencias entre volar con sol o bajo las estrellas. Sin embargo, cada franja del día presenta beneficios y desventajas que conviene conocer antes de comprar un boleto.

Volar de día con menos fatiga y más control visual

La mayoría de los expertos y pilotos coincide en que las primeras horas del día son las más seguras para viajar. Entre las 7 y las 9 de la mañana, el clima suele ser más estable, hay menos viento y, por lo general, las condiciones meteorológicas son más previsibles. Además, los aeropuertos presentan menos congestión, lo que reduce las demoras y mejora la puntualidad de los vuelos.

Volar de día también ofrece una ventaja importante, la visibilidad. Los pilotos pueden observar mejor su entorno, algo especialmente útil durante el despegue y el aterrizaje, que son las fases más sensibles del vuelo. A esto se suma que tanto la tripulación como los pasajeros están más descansados, lo que disminuye los niveles de fatiga y estrés.

Sin embargo, viajar de día tiene su contracara. Los boletos suelen ser más caros, los aeropuertos están más concurridos y las turbulencias son más probables debido al calor del sol, que genera corrientes ascendentes y altera la estabilidad del aire.

Volar de noche con menos tráfico y aire más estable

Para los que prefieren evitar el bullicio, los vuelos nocturnos resultan una alternativa cómoda y, muchas veces, más económica. Al caer el sol, el aire se enfría y se estabiliza, lo que reduce las turbulencias y ofrece trayectos más tranquilos. También hay menos tráfico aéreo y terrestre, lo que hace que los despegues y aterrizajes sean más rápidos y fluidos.

Otra ventaja de volar de noche es el aprovechamiento del tiempo, quienes viajan largas distancias pueden dormir a bordo y llegar descansados, minimizando el jet lag. Además, las probabilidades de impacto con aves se reducen considerablemente, ya que la mayoría de esos incidentes ocurre durante el día.

No obstante, los especialistas también advierten sobre los efectos de la fatiga. El cuerpo humano produce melatonina durante la noche, lo que puede afectar la atención tanto de los pasajeros como de la tripulación. Por eso, las jornadas nocturnas suelen ser más cortas para el personal aéreo, según la Agencia Europea de Seguridad Aérea.

Viajar en avión. Fuente: Canva

Entonces, ¿cuál es el horario más seguro?

En la actualidad, la diferencia en términos de seguridad entre volar de día o de noche es mínima. Las aeronaves modernas están equipadas con sistemas automáticos capaces de guiar a los pilotos incluso sin visibilidad directa, y las normas internacionales garantizan el descanso adecuado de las tripulaciones.

Si se trata de vuelos cortos o de pasajeros con miedo a volar, las primeras horas de la mañana siguen siendo la mejor opción por su tranquilidad y estabilidad. En cambio, quienes buscan comodidad o precios más bajos pueden optar por la noche sin preocuparse por su seguridad. En definitiva, volar hoy, sin importar la hora, es una de las experiencias de transporte más seguras del mundo.