El turismo en México atraviesa un momento histórico. Durante el primer semestre de 2025, el país recibió más de 47 millones de visitantes internacionales, un aumento de casi 14% respecto al mismo periodo de 2024. Las playas, la oferta cultural y la infraestructura renovada han colocado a destinos costeros como Quintana Roo, Baja California y Cozumel a la cabeza de esta expansión.
El contraste con Estados Unidos es notorio, mientras el país vecino reporta una caída en la llegada de extranjeros, México ha sabido capitalizar esa tendencia, especialmente gracias a los viajeros provenientes de Canadá y Estados Unidos. Las políticas migratorias más estrictas y el dólar fuerte han desincentivado los viajes hacia el norte, redirigiendo el flujo hacia las costas mexicanas.
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Cifras recientes muestran que solo en junio de 2025, México experimentó un crecimiento del 10% en turismo internacional. El fenómeno no es aislado: el turismo de cruceros también alcanzó récords con 5.7 millones de pasajeros, un incremento de 9,6% en comparación con el año anterior.
Además, la derrama económica no se ha hecho esperar. El gasto de visitantes extranjeros alcanzó 18,681 millones de dólares en los primeros seis meses del año, 6.3% más que en 2024. Esto no solo fortalece al sector hotelero y gastronómico, sino también a las comunidades locales gracias a iniciativas de turismo comunitario y rural que el gobierno ha impulsado.
Quintana Roo, motor del turismo mexicano
Cancún, la Riviera Maya y Cozumel se han convertido en imanes para el turismo norteamericano. Solo en los primeros meses de 2025, el 58% de los visitantes internacionales que ingresaron por vía aérea provenían de Estados Unidos, y casi un 20% de Canadá.
La preferencia por estas playas no es casual: conectividad aérea, infraestructura hotelera de primer nivel y actividades que combinan descanso y cultura explican el liderazgo de Quintana Roo. La isla de Cozumel, además, figura como uno de los principales puertos de cruceros del continente.
Baja California y el boom de la conectividad
En el norte, Baja California y Los Cabos han consolidado su posición gracias a una mayor oferta de vuelos internacionales. Solo en julio, la conexión aérea con Estados Unidos alcanzó los 4.6 millones de asientos programados, 5.5% más que en 2024.
La cercanía con la frontera y la creciente llegada de canadienses y estadounidenses que optan por México en lugar de su propio país, han disparado la ocupación hotelera y las inversiones inmobiliarias en la región.
Cozumel, epicentro de los cruceros
El Caribe mexicano también se ve impulsado por el auge del turismo marítimo. Con casi seis millones de pasajeros en el primer semestre, Cozumel es la puerta de entrada para visitantes que combinan recorridos por el Caribe con paradas estratégicas en México.
Este flujo no solo beneficia al sector turístico tradicional, sino también a pequeños comercios, artesanos y prestadores de servicios locales que reciben directamente parte de la derrama económica.
Con inversiones en infraestructura, programas de turismo comunitario y el impulso de proyectos estratégicos como el Tren Maya, México proyecta mantener esta tendencia al alza. Quintana Roo, Baja California y Cozumel no solo lideran hoy el crecimiento, sino que perfilan al turismo costero mexicano como un motor económico y social que seguirá marcando récords en los próximos años.