Viajar en México en 2025 no tiene por qué ser un lujo inalcanzable. Con un poco de planeación y ganas de salir de la rutina, es posible disfrutar de destinos espectaculares con un presupuesto menor a $3,000 pesos. La clave está en elegir trayectos cortos, aprovechar ofertas de transporte y optar por hospedajes sencillos o compartidos.
Cada vez más mexicanos descubren que no necesitan cruzar fronteras para vivir una experiencia inolvidable. Nuestro país tiene playas, pueblos mágicos, ciudades coloniales y rincones llenos de naturaleza que se adaptan a todos los bolsillos. Además, con los descuentos para estudiantes, maestros o adultos mayores, el ahorro se multiplica.
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Los viajes cortos de fin de semana se han convertido en la mejor opción para quienes buscan relajarse sin gastar de más. Un par de noches son suficientes para disfrutar del ambiente de un pueblo pintoresco, recorrer mercados locales o sumergirse en aguas termales. Lo importante es moverse ligero, comer en fondas tradicionales y aprovechar las actividades gratuitas que cada lugar ofrece.
Salir a conocer México con bajo presupuesto también es una manera de viajar de forma más auténtica. Al caminar, usar transporte local y compartir con la gente del lugar, se vive una experiencia más cercana y real. Desde los callejones coloniales hasta los cenotes escondidos, cada destino económico esconde sorpresas que valen mucho más que cualquier resort costoso.
Pueblos mágicos que sorprenden sin vaciar la cartera
Entre las escapadas favoritas está Taxco, Guerrero, famoso por su plata, su iglesia de Santa Prisca y sus miradores. Un viaje redondo en autobús ronda los $520 y con hospedaje sencillo el gasto total no pasa de $1,900. Otra joya cercana a la capital es Valle de Bravo, en el Estado de México, ideal para pasear en kayak, recorrer cascadas o simplemente relajarse junto al lago. Un fin de semana aquí cuesta entre $1,600 y $2,100 pesos.
No muy lejos, Peña de Bernal en Querétaro es perfecta para quienes aman la naturaleza. Subir su monolito cuesta apenas $30 y hospedarse en la zona sigue siendo accesible. Estas opciones demuestran que con menos de $3,000 es posible desconectarse por completo y regresar renovado.
Ciudades coloniales y cultura a bajo costo
Si lo tuyo es la historia y la gastronomía, Puebla capital ofrece todo en un mismo paquete, museos gratuitos ciertos días, la famosa calle de los dulces y el mole poblano. Con transporte y comidas sencillas, el fin de semana sale en promedio $1,500.
Otro destino económico es Oaxaca de Juárez, donde la experiencia se multiplica en sus mercados, barrios artísticos y Monte Albán. Si se caza una promoción en autobús, el gasto total se mantiene entre $1,800 y $2,200.
Naturaleza y aguas termales
Para quienes buscan relajarse en contacto con la naturaleza, Grutas de Tolantongo en Hidalgo es un plan ganador. Con transporte público y hospedaje básico, se puede disfrutar de pozas termales y túneles de agua por alrededor de $1,600 pesos.
Otra alternativa es Cuetzalan, Puebla, un pueblo entre cafetales y neblina donde hospedarse cuesta menos de $250 pesos la noche y las comidas en fondas familiares rondan los $100.