Un descubrimiento que podría reescribir la historia se dio en las gélidas aguas de Rusia, en donde un grupo de arqueólogos expertos hallaron lo que ahora conocemos como el complejo Toru-Aygyr, una ciudad que desapareció hace cientos de años, quedando sumergida y olvidada, hasta que en pleno siglo XXI los esfuerzos permitieron descubrir estas construcciones.
De acuerdo a diferentes medios fue bajo el lago Issyk Kul perteneciente al territorio de Kirguistán donde se comenzaron a notar las estructuras que lo llevaron a descubrir esta antigua ciudad, luego de excavaciones de entre 1 y 4 metros en las que se descubrieron muelas de molinos, edificios hechos de ladrillo cocido que forman parte de un asentamiento relacionado con la ruta de la seda.
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De acuerdo diferentes versiones, se destacan dos construcciones emblemáticas, una podría tratarse de una mezquita, o bien un baño público, mientras que la otra es una necrópolis musulmana en dónde han encontrado tumbas hechas de adobe con restos dispuestos como lo hacían los rituales antiguos de estas civilizaciones.
Los estudios que se han elaborado hasta ahora arrojan la teoría de que esta ciudad sumergida en el lago Issyk Kul podría haberse tratado de un importante centro comercial cuyo auge pudo haber alcanzado más de 1500 años de extensión entre el siglo V y el del siglo XV, en que a través de este territorio los mercaderes antiguos comerciaban con seda, metales, especias, entre otros productos.
¿Cuál fue el final de esta Atlántida rusa?
Diversas versiones apuntan a que alrededor del siglo XV un fuerte sismo afectó a toda esta región, provocando que varias de las estructuras colapsaran y que este terreno fuera completamente sumergido por las aguas de este lago que, de acuerdo a diferentes versiones, cuenta con una historia de varios millones de años.
Por ahora, el grupo de arqueólogos expertos buscan reconstruir esta ciudad con lo que esperan poder conocer más sobre su pasado, su historia y determinar la importancia que ha tenido en el desarrollo del territorio ruso, por lo que están preparando más inmersiones que permitan traer a la superficie nuevos descubrimientos sobre la Atlántida rusa.