Las mamás de México y de muchos países de Latinoamérica son famosas por algo que cruza entre la anécdota familiar y la leyenda popular: su talento para el lanzamiento de chancla. Este “deporte” casero, que forma parte de la cultura cotidiana, suele consistir en lanzar una sandalia contra un blanco en movimiento, casi siempre hijos o hijas que huyen después de una travesura. El tema se ha vuelto tan recurrente en bromas y referencias culturales que ya forma parte del imaginario colectivo.
En la cultura mexicana, el lanzamiento de chancla se relaciona con ese regaño repentino que muchas mamás aplicaban para pedir silencio, corregir alguna conducta o simplemente marcar autoridad en casa. Aunque hoy en día se reconoce que no es bueno romantizar la violencia doméstica, la chancla ha sido adoptada como símbolo humorístico de disciplina y, en contextos lúdicos, incluso se ha convertido en un juego que reúne a familias y vecinos.
Te podría interesar
Con el paso del tiempo, lo que antes era solo un chiste de sobremesa o un meme de redes sociales dio el salto a convertirse en actividades organizadas. En diferentes regiones de México, comenzaron a organizarse torneos de lanzamiento de chancla que sustituyen el regaño por la recreación. En ellos, el reto no es alcanzar a un hijo en movimiento, sino darle a un objeto o derribar un blanco colocado estratégicamente.
La dinámica es que cada participante lanza una chancla intentando mostrar la mejor puntería. Los blancos pueden variar, desde botellas de plástico hasta latas apiladas en forma de pirámide. Gana quien logre derribar más objetos o acerque más la chancla a la meta. Lo curioso es que estos torneos han comenzado a grabarse y a compartirse en redes, donde rápidamente se viralizan por la mezcla de humor, ingenio y convivencia comunitaria.
Los concursos de lanzamiento de chancla que arrasan en redes sociales
Uno de los videos más comentados fue publicado por la cuenta El Man de los Insumos. En él aparecen varias mujeres, una incluso embarazada, lanzando sus chanclas hacia una mesa llena de latas acomodadas en filas de tres. La misión era derribar la mayor cantidad posible en un solo tiro. Detrás de la mesa había familiares observando, incluso hijos, y las participantes realizaron tiros que sorprendieron a todos por su precisión.
El ambiente del video resultó tan recreativo como tierno. Los comentarios en redes sociales no tardaron en llenar la publicación: algunos afirmaban que las que fallaban lo hacían porque usaban chanclas de espuma demasiado ligeras, otros bromeaban asegurando que sus propias mamás harían un mejor papel. Se generó un momento de comunidad, con la gente reunida en la calle de una privada donde se ven autos estacionados y portones de casas. La escena mostraba unión vecinal más que competencia.
Aunque este video en particular fue grabado en Bogotá, el fenómeno ha tenido mucha fuerza en México. Los torneos de chancla se han convertido en parte de las celebraciones populares y han inspirado a creadores de contenido a sumarse a la tendencia. Un ejemplo es el canal de YouTube Scott Traveling Chanel, que organizó un torneo de lanzamiento de chancla para el Día de las Madres en el Jardín de Moroleón, en Guanajuato.
La moda también ha llegado a escuelas y espacios comunitarios. En el estado de Hidalgo, por ejemplo, se viralizó un video grabado el 10 de mayo, Día de las Madres, en el que se organizó un concurso de lanzamiento de chancla dentro de un plantel escolar. El clip superó rápidamente el millón de vistas y se convirtió en uno de los ejemplos más comentados de cómo esta tradición popular se transforma en espectáculo y entretenimiento.
Estos torneos reflejan cómo un símbolo cultural puede resignificarse. La chancla pasó de ser vista como instrumento de regaño a convertirse en excusa para la convivencia, la risa compartida y la creatividad en redes sociales. Hoy, los lanzamientos de chancla ya no asustan: se celebran, se graban y se comparten como parte de un fenómeno que une generaciones en México y otros países de Latinoamérica.