Tras la culminación de Revolución Mexicana, en el territorio nacional surgió un movimiento artístico y social encabezado por un grupo de intelectuales que buscaban plasmar en las paredes grandes murales que tenían como propósito compartir su visión sobre la identidad nacional, así como la situación social y política que se vivía durante la década de 1920.
Esta corriente artística también se caracterizó por tener un propósito educativo que tenía como propósito difundir parte de la cultura y vida mexicana a un público masivo, razón por la cual estas impresionantes creaciones se encuentran ubicadas dentro de las paredes de algunos edificios públicos más emblemáticos de la República Mexicana. Por lo que en esta ocasión te presentamos los Seis murales que deberías visitar en CDMX.
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El hombre controlador del universo - Bellas Artes
Este impresionante mural se encuentra en segundo piso del Palacio de Bellas Artes, fue creado en 1934 por el pintor mexicano Diego Rivera. Esta peculiar obra fue una réplica del mural “El hombre en el cruce de caminos contemplando con esperanza la elección de un nuevo y mejor futuro”, la cual había sido creada para el Centro Rockefeller de Nueva York, sin embargo, esta fue censurada y destruida, ya que Diego había pintado un retrato de Vladimir Lenin, un líder comunista que estaba favor del símbolo de una estrella roja con la hoz y el martillo.
Muro Sur - Ciudad Universitaria
El Muro Sur se fue realizado por el arquitecto mexicano Juan O'Gorman, en nada más y nada menos que en la Biblioteca Central de la UNAM. Este mural fue construido entre los 1949 y 1951, que retrata varios pasajes de la historia mexicana, tales como la Conquista española a los territorios aztecas, donde destacan iglesias, códices, cañones, mapas. También cuenta con la representación de la dualidad entre el bien y el mal, en donde se puede apreciar a Dios y al Diablo
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Del Porfirismo a la Revolución - Castillo de Chapultepec
Este mural fue creado por David Alfaro Siqueiros en 1957, y se encuentra dentro del Museo Nacional de Historia, Castillo de Chapultepec. Esta pieza artística muestra al general Porfirio Díaz, quien se encuentra rodeado de su gabinete y pisando la Constitución de 1857. También plasma la decadencia del Porfirismo, así como la dualidad de la vida de altas esferas de la sociedad de aquella época, mientras que parte del pueblo mexicano vivía las consecuencias de este conflicto armado, así como la esclavitud e ignorancia. Además, se pueden ver reflejados algunos pasajes de la huelga de Cananea, hecho histórico que marcó el inicio de la Revolución Mexicana. Igualmente, se puede apreciar a Francisco I. Madero y Ricardo Flores Magón, así como algunas de sus frases célebres que hacían referencia a la Revolución.
Katharsis - Palacio de Bellas Artes
Este mural es considerado una de las obras José Clemente Orozco. Fue elaborado 1934 en muros más icónicos del Museo del Palacio de Bellas Artes. Cuenta con colores brillantes y formas dinámicas en las que se representa la catarsis que produce la guerra y la desintegración de un territorio. Entre los elementos que podemos observar destacan diversas armas, tumultos de gente, la lucha, el caos. También posee algunas máquinas, una caja fuerte y fuego.
El agua, el origen de la vida - Museo de Historia Natural
Este mural fue creado por Diego Rivera en 1951, dentro de un edificio que se ubica dentro de la segunda sección del Bosque de Chapultepec. Esta obra rinde un homenaje al líquido vital de la vida: el agua. Posee una composición artística en la que destaca la importancia del agua para la evolución de la vida en nuestro planeta, donde toma como referencia la teoría del biólogo ruso Alexander Oparin. Los elementos que se pueden apreciar son diversas especies como el trilobite, el primer animal con ojos, así como una planta llamada cooksonia, la cual es considerada como una las primeras plantas terrestres. También realiza un recorrido por legado de Tláloc hasta el cuidado y uso de este líquido en la actualidad.
La marcha de la humanidad - Polyforum Siqueiros
Este mural fue creado en 1966, por David Alfaro Siqueiros. Y es considerado como uno de los murales más grandes del mundo, ya que cuenta con una superficie de 8 mil 700 metros cuadrados. Esta obra representa la evolución de la conciencia, la libertad y de justicia dentro de la historia en Latinoamérica. Y se encuentra dividida en cuatro temáticas:"La marcha de la humanidad hacia la revolución democrática burguesa"; "La marcha de la humanidad hacia la revolución del futuro"; "Paz, cultura y armonía" y "Ciencia y tecnología".