Guadalajara es uno de los destinos mexicanos que, además de contar con maravillosos paisajes naturales, puntos de interés y posicionarse como la “cuna del mariachi y del Tequila”, resguarda una gran riqueza cultural y ancestral que se puede ver reflejada en sus historias y leyendas antiguas que han pasado de generación en generación entre sus pobladores, a tal grado de convertirse en atracciones turísticas para aquellos viajeros que disfrutar de conocer lugares mexicanos llenos de misterio o que se cree que están embrujados.
La capital de la “Perla Tapatía” es considerada como una de las ciudades más grandes que existen dentro del territorio nacional, convirtiéndose en un excelente destino turístico lleno de arquitectura colonia que sus visitantes podrán conocer al caminar por sus calles, así como admirar su vida cotidiana, degustar exquisitos platillos y escuchar aquellas leyendas que te contarán los lugareños de este sitio, como por ejemplo, la terrorífica leyenda detrás del árbol vampiro que puedes ver en Guadalajara.
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“El árbol del Vampiro” que podrás encontrar en Guadalajara
Así que si te consideras fanático de las películas de terror y te gustaría vivir en carne propia la emoción de visitar algún lugar en México que se cree que está embrujado o es habitado por seres de ultratumba, en Guadalajara podrás encontrar un árbol de gran tamaño en donde se cree que está enterrado un vampiro. Aquí te contamos más sobre esta terrorífica leyenda del “El árbol del Vampiro”.
En el Panteón de Belén, ubicado en el corazón del Centro Histórico de Guadalajara, se encuentra un peculiar árbol en donde los pobladores aseguran que descansan los restos de un hombre que era un vampiro. Según la leyenda, durante el siglo XIX llegó a Guadalajara un misterioso extranjero de origen europeo muy bien parecido y con buen gusto para vestir, ya que siempre portaba elegantes trajes. Pero lo que más llama la atención era su peculiar mirada, la cual parecía hipnotizar a todo aquel que se atrevía a observarlo.
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Tras la llegada de este misterioso hombre europeo, comenzaron a suscitarse hechos muy extraños. Era común que se encontraran cadáveres de diferentes animales, entre ellos, perros y gatos, ya que podían haber muerto por causas naturales o por algún accidente, sin embargo, la aparición de estos animales sin vida empezó a ser cada vez más común. Lo que más llamaba la atención de los pobladores es que presentaban marcas en el cuello y su sangre había desaparecido.
Ante este hecho, los habitantes de la “Perla Tapatía” adjudicaban estas muertes a una epidemia. Pero esto solo era el principio de estos horribles hechos, ya que con el paso del tiempo también comenzaron a encontrarse con cuerpos de personas con las mismas características que los animales: marcas en el cuello y su sangre había desaparecido.
La comunidad estaba aterrada y desesperada por encontrar una respuesta antes estos terroríficos acontecimientos que los atormentaban. Y a la conclusión a la que llegaron con base en las características que presentaban los cadáveres de los animales y de las personas es que habían sido causadas por un vampiro. Luego de agotar a los posibles sospechosos, comenzaron a señalar a aquel hombre europeo que había llegado a la ciudad.
Todo el pueblo apuntó a que el extranjero europeo de intensa mirada era un vampiro, y la única solución que encontraron es que tenían que terminar con su vida para que regresara la paz a esta comunidad. Ante este hecho, los pobladores comenzaron a organizarse con la finalidad de exterminarlo. Durante su persecución, lograron acorralarlo y le clavaron una estaca que fue elaborada con la rama del árbol de camichin.
Los habitantes decidieron enterrar el cuerpo sin vida de este supuesto vampiro junto con la estaca dentro del Panteón de Belén, cerrando uno de los capítulos más terroríficos que habían experimentado. Con el paso del tiempo, a la tumba se le hizo una grieta por la que comenzó a crecer un árbol de camichin. Actualmente, este árbol posee una gran altura y gran follaje que adorna parte de este camposanto.
Este hermoso y misterioso árbol continúa en este panteón. Sus pobladores no han querido cortarlo por miedo a que este supuesto ser de ultratumba reviva. Existen algunos testimonios de sus habitantes que aseguran que al cortar algunas de las ramas de este árbol brotan gotas de sangre. Actualmente, este sitio es visitado solamente por aquellas personas que disfrutan de lo sobrenatural.