Ubicado en la mística zona del silencio, en el desierto de Durango, el Pueblo Mágico de Mapimí ofrece tanto actividades para amantes de la aventura como itinerarios gastronómicos y culturales.
Como salido de una película, Mapimí se extiende entre los paisajes desérticos del estado. Sus orígenes se remontan a la época minera de hace 400 años y forma parte del Camino Real de Tierra Adentro.
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Puente de Ojuela
De 318 metros de largo y 110 de altura, el Puente de Ojuela se extiende sobre el cañón de Mapimí, es el más largo de Latinoamérica y se puede recorrer a pie para llegar a la mina que se encuentra al final del puente. Lo típico también es recorrer el casco del antiguo pueblo minero que tuvo su auge hace 400 años.
Mina Santa Rita
Entrar a la mina para conocer más sobre la identidad de Mapimí es algo que no debes dejar de hacer. El recorrido es de aproximadamente cien metros. Al salir, hay que lanzarse por la tirolesa que está ubicada a un costado del puente. La experiencia es solo para viajeros intrépidos y amantes de la adrenalina.
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Grutas del Rosario
Ubicada a 25 minutos de Mapimí, en el municipio de Lerdo, las Grutas del Rosario ofrecen una experiencia llena de sorpresas. Para llegar hay que subir 200 escalones incrustados en la montaña y contratar los servicios de un guí que te llevará a recorrer 500 metros al interior del cerro.
En su interior podrás admirar infinidad de formaciones rocosas de hace millones de años y llegar hasta un manantial de agua cristalina. Al salir de la cueva disfruta de vistas espectaculares en el mirador o visita el restaurante que ofrece platillos típicos de la región, también hay venta de artesanías.