Oaxaca es un paraíso para amantes de la cultura y la gastronomía pero también ofrece playas de encanto salvaje y natural en las que se puede disfrutar de un viaje tranquilo, lejos del bullicio de las playas comerciales.
Escondidas entre parajes montañosos, acantilados y manglares estas tres costas prometen relajación, quietud y mucha tranquilidad entre arena suave y gastronomía marina recién salida del mar. ¡Conócelas!
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La Ventanilla
Es una de las playas más tranquilas de Oaxaca. Se encuentra a quince minutos de Mazunte, entre manglares y lagunas repletas de iguanas, cocodrilos, tortugas y aves migratorias. Es el lugar ideal para disfrutar de una experiencia 100 por ciento ecoturística pues en la comunidad solo existen restaurantes rústicos y recorridos para conocer la zona. El oleaje es fuerte y no es recomendable nadar si no eres experto.
La Boquilla
La Boquilla es una pequeña y fascinante bahía escondida entre montañas que esconde una playa virgen que no es conocida por los viajeros y solo se conoce por recomendación de la gente local. No te arrepentirás de visitarla pues su arena es muy suave y te regala atardeceres llenos de color. Aunque no hay restaurantes de playa puedes comer en la comunidad, pide que te preparen un pescado fresco y recién salido del mar.
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El Venado
Es la playa perfecta para disfrutar del sol y los días sin prisa alguna. Y si lo que buscas es silencio y quietud este es el lugar perfecto pues su oleaje es medio y sus aguas de azul profundo te invitan a desconectarte de la rutina. Hay una comunidad que ofrece servicios ecoturísticos y gastronomía del mar, así que si además de relajarte quieres apoyarlos entonces consume sus platillos y artesanías típicas.