Como apasionados viajeros, siempre estamos buscando lugares donde podamos conocer y experimentar nuevas emociones, conocer más sobre las diferentes culturas que habitaron esas regiones o ciudades, las costumbres locales de sus habitantes, las delicias gastronómicas típicas de cada lugar y muchas otras cosas que nos ayudan a saber más sobre cada punto que recorremos en nuestro país, nuestra ciudad o en alguna otra parte del mundo.
Experimentar nuevas sensaciones, es parte natural de los viajeros y como aventureros curiosos, cada nuevo lugar que nos muestre algunos conocimientos diferentes, será siempre un sitio de interés que deseemos visitar en nuestras travesías.y la CDMX es una capital muy atractiva entre los turistas de diferentes partes del mundo y de México, que además de contar con edificios e instalaciones modernas, está rodeada de maravillas naturales y sitios arqueológicos espectaculares.
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Las zonas arqueológicas que se encuentran en el territorio capitalino, son una viva prueba del paso de los años en el país, una muestra clara de las maravillas que nuestros antepasados construyeron como casas de habitación, edificios de gobierno, mercados y demás lugares que conformaron sus grandes ciudades, llenas de costumbres y ritos que encantan a quienes conocen un poco más a fondo, las culturas prehispánicas que habitaron nuestro país, antes de la llegada de los españoles.
Es gracias a la majestuosidad de estos lugares sagrados, que podemos conocer más a profundidad nuestras raíces y en esta ocasión nos adentraremos a explorar una zona arqueológica que ha sido olvidada por los capitalinos pues la pirámide de Mazatepetl, es uno de los puntos clave al cual podemos viajar para presenciar más de cerca, aquellas maravillas que han dejado nuestros antepasados, vestigios arqueológicos que deben ser resguardados, pues nos cuentan lo importante que fueron las culturas antiguas del país.
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Mazatepetl, un lugar mágico poco concurrido
Este sitio arqueológico se encuentra en la parte cumbre de lo que muchos conocen como el Cerro del Judío, donde aún permanece de pie, una parte importante de la pirámide de Mazatepetl, nombre nahua que significa “lugar de la sierra donde vive el venado”, que en la actualidad está restaurada, al igual que otros monumentos que fueron encontrado a su alrededor y que datan de entre los años 1200 y 1380 después de Cristo, una magnífica muestra de las creaciones que mantuvieron vivas nuestras civilizaciones ancestrales en sus territorios.
Se trata de un asentamiento de origen otomí que se encuentra exactamente en la cima de este cerro, a dos mil 750 metros sobre el nivel del mar, un lugar que te permitirá contemplar la modernidad de la que ahora forma parte la Ciudad de México, la maravillosa cordillera del Ajusco, la majestuosidad de los volcanes Popocatépetl e Iztaccíhuatl y el recorrido de lo que aún queda como parte de los canales de Xochimilco o el impresionante Cerro de la Estrella.
Este coloso se localiza en el pueblo de San Bernabé Ocotepec, en la alcaldía Magdalena Contreras y forma parte del Parque Ecoarqueológico Mazatepetl en esta localidad, un sitio que a pesar de ser tan impresionante, pasa desapercibido entre los habitantes de la región y la mayoría de los capitalinos, pues pocos ciudadanos de la CDMX saben de su existencia y de la importancia que tiene esta zona, pues está catalogada como el cuarto ejemplo de arquitectura labrada en piedra por las comunidades otomíes en Mesoamérica.
Además de la pirámide de Mazatepetl, esta área también cuenta con un centro ceremonial, donde fueron encontrados algunos artefactos que pudieron ser elaborados por algunos grupos tepanecas, que eran parte de la Triple Alianza, constituida por Azcapotzalco, Texcoco y Tlacopan, según datos proporcionados por los investigadores del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), que trabajaron en esta zona, en las diferentes labores de restauración.
La convivencia armónica entre la naturaleza y estas edificaciones, es algo que caracteriza a estos vestigios arqueológicos, que fueron parte importante en la cosmovisión indígena, pues los cerros eran receptores de agua, por lo que Mazatepetl pudo haber sido un centro de culto a Tláloc, el dios del agua, pues aquí se encontró un monolito de varias toneladas que mide cerca de 4 metros de altura, en un espacio que puedes conocer a través de un sendero ecoturístico que te ayudará a ingresar hasta donde se encuentra la pirámide.
En este lugar también podrás encontrar un mirador maravilloso, un invernadero y una unidad de servicios sociales y ecoarqueológicos. Para poder llegar en transporte público hasta esta zona arqueológica, debes dirigirte hacia Metro Viveros, de la línea 3 y tomar un colectivo de la ruta 42 Hidalgo-Capulines, para llegar hasta el centro del pueblo, donde tendrás que caminar hasta el encuentro de Mazatepetl, un recorrido fascinante que debes hacer en un fin de semana.