Muchos viajeros desean experimentar sus días, rodeados de conocimientos, recorriendo lugares de México, donde acercarse al pasado del país y sus civilizaciones, ya que pueden elegir entre una gran variedad de opciones en todo su territorio, pues encontrarán vestigios de su pasado en cada una de las regiones que visiten, ya sea en la parte centro, norte o sur de esta república, pues este antiguo país de dioses, cuenta con un pasado glorioso que debemos conocer en cada parada.
Sin embargo, no siempre tenemos la posibilidad de hacer viajes muy largos, ya sea por cuestiones laborales o algunas otras circunstancias que nos limitan un poco en nuestros tiempos para salir, es por ello que preferimos conocer espacios cercanos a nuestro lugar de origen para disfrutar en un día o una sola tarde, los sitios más impresionantes que nos acercarán a comprender parte de la historia y del pasado de México y nuestros ancestros, como en el caso de los habitantes de la CDMX.
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Si tienes pensando en conocer algún sitio arqueológico interesante que esté muy cercano a la capital del país, no debes dejar de visitar las zonas arqueológicas que se encuentran en algunas alcaldías de esta ciudad y uno de estos espacios es la zona arqueológica de Tizacalco, que se localiza en la alcaldía Milpa Alta, un sitio que se encuentra a la salida de la capital, muy cerca del estado de Morelos, donde podrás tener buenos momentos y aprender sobre el pasado de las culturas prehispánicas.
Tizacalco, una zona arqueológica a las afueras de la CDMX
Desde tiempos prehispánicos, Milpa Alta es considerado como uno de los principales graneros que surten a la capital metropolitana, con una gran variedad de productos del campo como nopales, maíz, amaranto, chile, frijol, algunas otras semillas y plantas que son fundamentales en la gastronomía mexicana. Una alcaldía con una gran riqueza cultural que en sus entrañas, resguarda un pasado enigmático en el que resalta el asentamiento de civilizaciones antiguas.
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La región de Milpa Alta era mejor conocida en tiempos ancestrales como Malacacahtepec Momoxco, que podía significar “junto al altar que está en el cerro del malacate”, que hace alusión a su cercanía con el volcán Teuhtli. Este coloso es un volcán sagrado al que todavía se le rinde tributo, pues algunos pobladores de la región, aún van a dejarle ofrendas hasta su cráter, ya que esta montaña era, según la leyenda, el rival de amores del volcán Popocatépetl.
El Teuhtli se encuentra rodeado de varias tierras de cultivo que son usadas por los pobladores para la producción de nopal y también resguarda una importante zona arqueológica que ha sobrevivido entre la mancha urbana, que se ha asentado en los alrededores, el sitio arqueológico de Tizacalco, un antiguo pueblo prehispánico con estructuras y muros de piedra que fueron construidos sobre terrazas y plataformas, todas ellas encuentran distribuidas por su ladera baja, hasta llegar al pueblo de San Pedro Atocpan.
Este sitio arqueológico se trata de un asentamiento humano que fue construido con algunos bloques de piedra volcánica, sin argamasa, hecho con la técnica que se conoce como arquitectura seca y existe en algunos otros sitios de Mesoamérica como Cantona en Puebla o Peralta en Guanajuato y son conjuntos ubicados sobre terrazas en plataformas escalonadas y cuartos con muros interconectados que forman plazas, entre la que se han hallado los famosos Tecóbitos o lugares que pudieron servir de resguardo, graneros y hasta trincheras en la época de la Revolución Mexicana.
Si estás pensando en visitar estos maravillosos vestigios prehispánicos en tu próximo viaje a la CDMX, puedes seguir por la carretera federal 113 Xochimilco-Oaxtepec, en las estribaciones de la Sierra del Ajusco-Chichinauhtzin que divide a la Ciudad de México del estado de Morelos, para llegar hasta el pueblo de San Pedro Atocpan en Milpa Alta, un lugar que es conocido tradicionalmente por su feria anual del mole, donde podrás conocer este maravilloso espacio construido por nuestros antepasados, para preservar sus tradiciones, modo de vida y dejar un legado que podemos disfrutar con orgullo todos los mexicanos.