En uno de los Pueblos Mágicos del Estado de México es Valle de Bravo, el cual se destaca por estar cerca del lago artificial con forma de media luna, que en realidad se trata de la Presa Miguel Alemán, precisamente aquí es donde localizamos el Mirador de La Peña, el cual “esconde un tesoro”.
Desde la época prehispánica se encuentra este mirador y según los datos recopilados se piensa que los antiguos habitantes frecuentaban el Mirador de La Peña para realizar rituales terapéuticos en los temazcales que se han detectado en el peñasco; es así como tiene origen el entonces nombre de la población, San Francisco del Valle de Temascaltepec. ¿Qué más oculta este mirador?
Te podría interesar
¿La Peña tiene un tesoro escondido?
Ahora que sabes más sobre su origen, el mirador natural se destaca también por ser una falla geográfica entre la zona urbana y la presa. El peñasco se encuentra rodeada de rocas, una ligera vegetación, residencias, y de las aguas; donde cada 21 de marzo turistas nacionales e internacionales acuden para el equinoccio de primavera, para poder aprovechar la energía del mirador.
Según los relatos de los lugareños, La Peña era el punto más alto de Valle de Bravo, así que los antiguos pobladores usaron el espacio como centro ceremonial de los Matlazincas, Otomíes y Mazahuas con el fin de venerar a sus deidades. Actualmente, si quieres subir debes tomar en cuenta que las pendientes elevadas y prolongadas demandan cierta condición física, así como mucha atención por las zonas rocosas, pero si te gustan las actividades de aventura puedes realizar rappel y escalada.
Te podría interesar
Además de su importancia como centro ceremonial, también el Mirador La Peña se ha colocado entre generaciones por su historia de un tesoro escondido. Según los relatos, la Peña de Valle de Bravo tiene un tesoro enterrado y de alto valor. Todo esto viene de una leyenda en tiempos de guerra de la independencia, cuando los insurgentes se levantaron contra los españoles para matarlos, porque eran dueños de fortunas, minas de oro, etc.
Entre los poseedores de dichas riquezas había unos españoles en extremo ricos, que debido al temor de los insurgentes, se separaron de la nueva España para regresar a España cuanto antes, sin embargo, antes de irse de México, enterraron una gran fortuna en la Peña del Valle.
Después de unos años, cuando se consumó la independencia, los españoles enviaron a dos personas de su confianza a México para que dieran con su increíble tesoro en Peña del Valle, esas personas se encaminaron al Pueblo Mágico del Estado de México, hacia el mirador La Peña, donde la única pista que tenían era que lo “encontrarían con la señal de un enorme clavo”.
Los encargados de encontrar el tesoro llegaron a Valle de Bravo y luego de llegar estuvieron buscando con gran tenacidad, pero nunca encontraron la seña. Así que muchos tienen la seguridad de que El Mirador La Peña sigue escondiendo el tesoro.