Como parte de nuestras aventuras, los viajeros siempre buscamos la forma de conocer los lugares más sorprendentes que nos ha regalado la madre naturaleza, es por eso que hacemos todo tipo de investigaciones para que cada travesía, sea espectacular y podamos visitar aquellos sitios majestuosos que algunas veces hemos visto en las películas, documentales o en alguna bella postal compartida por otros viajeros en cada lugar que pasan, pues todos nosotros tenemos la meta de ir hasta lo más recóndito de este planeta y disfrutar de esas bellezas.
Islandia, es un país muy atractivo, una nación soberana que se encuentra en el extremo noreste del continente europeo, formada por pequeños islotes dentro del Océano Atlántico Norte, su ubicación geográfia se centra entre Groelandia y la parte norte de Europa y su nombre proviene de un vocablo nórdico antiguo que se traduce como “tierra de hielo”. Debido a su ubicación en la dorsal mesoatlántica, esta isla cuenta con una gran actividad volcánica y geológica, las cuales conforman parte significativa de sus paisajes.
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Dentro de este lugar, podemos encontrar escenarios fascinantes, que nos regalan bellas postales para compartir en nuestras redes sociales, como en el caso de Gullfoss, una espectacular cascada de aguas congeladas, que es una de las atracciones más célebres de Islandia, conquistando la vista de millones de viajeros y turistas, quienes llegan a este lugar, para conocer uno de los espectáculos más sorprendentes que la naturaleza nos ha regalado, el cual debes visitar si estás pensando en hacer un viaje próximo hasta esa nación eurpopea.
¿Cómo es Gullfoss, la ‘cascada de oro’ islandesa?
La traducción del nombre Gullfoss es “cascada de oro” y una teoría sobre el origen de este nombre, afirma que se debe a la luz dorada que se refleja en sus aguas cuando llega el atardecer. Otra de las hipótesis que ha surgido con relación a este nombre, nos dice que es conocida con esa denominación, porque hay un arcoíris que se forma cuando la luz del sol atraviesa las partículas de agua que quedan suspendidas en el aire y que en ocasiones se pueden ver, mientras se contempla la caída desde estas cascadas.
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Existe una tercera leyenda, la cual afirma que hace muchos años, aquí vivió un granjero llamado Gýgur, un hombre que, con los años, había obtenido una riqueza espectacular, grandes cantidades de oro, pero en vez de disfrutar de ella, Gýgur se preocupaba constantemente, por saber qué pasaría con el oro cuando el muriera. La idea de que alguien más pudiera apoderarse de su oro, resultaba insoportable, así que Gýgur decidió guardarlo en un cofre y lanzarlo a las profundidades de la cascada, razón por la cual, ha recibido el nombre que, hasta ahora, ha hecho famosa a esta singular catarata.
Gullfoss se compone de dos cascadas que tienen una medida de 109 metros cúbicos de agua por segundo. La primera de ellas tiene una caída de aproximadamente 11 metros de altura y tras caer por aquí, el agua se encuentra con otro salto mayor, una segunda cascada que mide 20 metros de alto, para formar un total de 31 metros de altura sorprendentes, en un espectáculo increíble que deleita la vista de cualquier viajero que ama la naturaleza, las altas temperaturas y las cascadas, pues todo esto se conjunta en un solo espacio para maravillar nuestros sentidos.
¿Cómo llegar a Gullfoss?
Esta cascada se localiza a 120 kilómetros al noreste de Reikiavik, a 70 kilómetros desde Thingvellir y 10 kilómetros desde Geysir y para poder llegar hasta aquí, será necesario que alquiles un coche y conducir por la carretera 36, hasta llegar a la 365, tomar el camino hacia la carretera 37 y acabar el recorrido en la carretera 35. Otra opción será contratar un tour que te lleve en servicio particular o público hasta esta sorprendente cascada y te dispongas a disfrutar de la aventura, sin la necesidad de preocuparte por manejar o perderte en el camino.