El territorio que comprende la Riviera Maya acoge paisajes de ensueño, desde playas hasta selvas y cenotes sagrados. Inmersos entre la selva, estos pozos cristalinos invitan a emprender una ruta que agudiza los sentidos y genera sensaciones mágicas a quienes se adentran en sus aguas. Son una ventana para llegar a otra dimensión y para comprender parte de las costumbres, tradiciones e historia del pueblo maya.
Esta tierra, conocida por los mayas como el Mayab, surgió de la plataforma continental y abarca 300 mil km cuadrados. La mayor parte está formada de tierra caliza por la que se filtra el agua y forma toda una red de ríos subterráneos, cavernas, cuevas y cenotes que conforman un ecosistema único en el mundo: los cenotes, pozas naturales de agua cristalina con tintes color turquesa, azul y verde que fueron fuentes de abastecimiento para los mayas, así como sitios de veneración y culto
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La travesía por la ruta de los cenotes abarca un trayecto de 20 km, sin embargo, en toda la península de Yucatán existen más de dos mil 500 cenotes; algunos permanecen inexplorados y otros, aún se mantienen ocultos del hombre. La travesía comienza en Playa del Carmen, un edén de aguas tibias y color turquesa enmarcadas por los arrecifes de coral donde habitan diversas especies marinas. Es ahí donde puedes contratar un tour para llevarte a este
Cenote Car wash
En el km 8 de la carretera Tulum-Cobá se encuentra el cenote Car Wash, llamado así porque antiguamente, los lugareños acostumbraban llegar a la orilla del cenote para extraer agua y lavar sus autos. Es un cenote abierto de aguas azuladas y de muy fácil acceso. La parte más profunda mide entre 28 y 30 metros y en la parte baja alcanza 8 y 10 metros de profundidad. Este sitio es uno de los preferido de los amantes del buceo, ya que posee algunas cuevas subterráneas con amplias galerías, como el cuarto de las lágrimas. También se puede practicar esnórquel y natación. Desde la superficie se puede admirar todo un mundo subacuático, desde algas, hasta peces multicolores. El costo de buceo: $100 por persona, esnórquel $ 50. Te recomendamos llevar tu equipo.
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Cenote Tampkach-h
A corta distancia, se ubica la entrada a los cenotes Tampkach- ha, Choo-ha y Multum-ha. El lugar es administrado por los ejidatarios quienes se encargan de vigilar que cumplas con las normas de protección al ambiente. Antes de entrar, es necesario bañarse para eliminar todos los químicos del cuerpo como bloqueadores, desodorantes, geles, cremas, maquillajes, perfume y sudor, ya que sus compuestos alteran el PH del agua y contaminan en lugar. Tampkach-ha significa “agua profunda”, es un enigmático cenote cerrado al que se adentra por medio de una escalera de madera que mide 18 metros de altura. Adentro, el aire es un poco denso, pero muy agradable. Desde la superficie se pueden admirar las formaciones rocosas que crecen en el fondo, aunque si te sujetas de la cuerda que se encuentra al centro, puedes ver las estalactitas que crecen en el techo del cenote.
Cenote Multun-ha
Junto a Tampkach-ha se encuentra Multum-ha, que en maya significa “Piedras juntas bajo el agua”. Se trata de un cenote cerrado de 35 metros de profundidad y 30 metros de diámetro. Era utilizado por los mayas como fuente de agua pura. Para poder adentrarse en sus aguas se debe bajar por una escalera de madera en forma de caracol de 30 metros de altura. El interior de este inmenso pozo es muy obscuro, por lo que se colocó una pequeña luz amarilla que le da un toque aún más misterioso. Sus aguas son un poco más frescas, completamente cristalinas, teñidas de un color turquesa intenso. Aquí, también se pueden apreciar diversas formaciones rocosas. Debido a los minerales que forman todo su universo acuático, las paredes y las rocas son amarillas Dentro del agua puedes flotar plácidamente, nadar o sujetarte de la cuerda de seguridad y relajarte para contemplar su majestuosidad.
Choo-ha
A unos cuantos pasos se encuentra el cenote Choo-ha, que en maya quiere decir “agua que está goteando”. Por su belleza, es considerado, un oasis con aguas color jade y toques azules que fluyen a lo largo de una caverna iluminada. Abajo, la atmósfera es muy agradable, un regalo de la naturaleza para refrescarse relajarse al máximo. En su interior puedes nadar o hacer esnórquel para ver las estalactitas y estalagmitas. Sus aguas son tranquilas y es una parada ideal para ir con niños. Aquí hay vestuarios y regaderas, y como en todos los cenotes, hay que bañarse antes de entrar a sus aguas. Se encuentra carretera Tulum-Cobá y abierto de lunes a domingo de 8:00 a 18 horas. La entrada general es de 100 pesos por persona. La renta del equipo es de $25 cada pieza, aunque si prefieres, puedes llevar el tuyo.
Casa Cenote
También llamado cenote Manatí, casa cenote se ubica en la comunidad de Tankah. Es un pozo abierto, de aguas turquesa, muy cristalinas y tibias donde, en ocasiones, se pueden ver algunos manatíes, es considerado uno de los mejores cenotes del mundo y el lugar está rodeado de manglares, a través de los que se puede emprende un recorrido en kayak. Sus seductores canales son visitados por buzos de todo el mundo, ya que posee cavernas y cuevas que conectan al mar. También son perfectos para hacer esnórquel y admirar algunos peces que viven ahí o la vegetación marina que yace en el fondo. La sugerencia es usar chaleco salvavidas si no sabes nada muy bien pues hay corriente, aunque la profundidad es de unos 6 a 8 metros.