El Caribe Mexicano es uno de los destinos nacionales que siempre posee atractivos turísticos por descubrir. Uno de estos sitios a los que nos referimos es Tulum, uno de los tres Pueblos Mágicos que forman parte del estado de Quintana Roo que han sido reconocidos por la Secretaría de Turismo. En este paraje podrás encontrar un ambiente lleno de tranquilidad.
Este Pueblo Mágico ha cautivado a miles de turistas que cada año visitan esta zona de la Península de Yucatán por sus increíbles paisajes naturales, entre los que destacan playas de arena blanca, lagunas, cenotes y cavernas. Es por ello, que en esta ocasión te vamos a contar sobre el Cenote Angelita: el místico bosque que se oculta entre dos ríos y puedes conocer.
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Este atractivo natural se encuentra ubicado al sur de Tulum, para ser más exactos a unos 17 kilómetros del centro de este Pueblo Mágico. Este cenote fue recién descubierto por Anatoly Beloshchin, un fotógrafo de origen ruso que se dedica a explorar diferentes partes del mundo con la finalidad de capturar las capas de aguas que se producen debido a la salinidad y que cambian de manera abrupta con la profundidad, las cuales son conocidas como haloclina.
Cenote Angelita, el atractivo escondido en el corazón de Tulum
Quienes deciden visitar este lugar quedan asombrados por su imponente belleza natural en la que destaca una increíble piscina natural de color azul. De igual manera, este cenote es de tipo abierto, es decir, que este cuerpo de agua no cuenta con una caverna o formación rocosa que lo cubra completamente. Pero lo que sin duda alguna llama su atención es su místico bosque que se oculta entre sus profundidades.
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Los turistas que emprender esta travesía a sus entrañas deberán contar con una vasta experiencia dentro del buceo, por el hecho de que durante su recorrido nadarán en un cenote que alcanza los 60 metros de profundidad, por lo que el paso en las aguas de sitio puede considerarse de dificultad es alta, debido a la presión que comienza a sentirse conforme se realiza el descenso.
Y una vez que lleguen a sus profundidades se encantarán con un pequeño “bosque” en la que destacan ramas de diferentes tamaños, así como una extensión de tierra que cuenta con una vasta vegetación, la cual provoca que el nado en esta zona sea un poco más densa. Los buzos que deseen conocer este atractivo natural deberán atravesar una densa neblina que sobresale entre el agua dulce de la salada, fenómeno que es conocido como haloclina.