A dos horas de la CDMX se encuentra un bello desierto que puedes conocer en un viaje de ida y vuelta. Está ubicado a 16 kilómetros del Pueblo Mágico de Huamantla, sobre la carretera número 136. Se trata de un lugar de arenales que ofrece diferentes actividades al aire libre. Este pequeño desierto se encuentra oculto entre campos de cultivo y sorprende por la belleza del entorno.
Este es un buen lugar para olvidarse del estrés cotidiano y conectar con la naturaleza mientras disfrutas de una buena dosis de adrenalina. Si eres amante de los deportes de aventura y de las emociones fuertes debes anotar este lugar en tu lista de destinos para viajar durante un fin de semana. De paso puedes aprovechar para conocer los atractivos del pueblo.
Te podría interesar
En dónde está el desierto a dos horas de la CDMX
A unos minutos de Huamantla, en Tlaxcala está un desierto en miniatura que cautiva con su belleza. Se encuentra inmerso de un campo de cultivo y es un sitio que ofrece actividades para los fans de la aventura y de la naturaleza. Se trata del desierto de Cuapiaxtla, en el municipio del mismo nombre. Se cree que se formó por que las corrientes de aire provenientes del Golfo de México transportaron diversos sedimentos y dieron origen a este pequeño paraíso.
Su nombre significa en náhuatl, “lugar de montes”, “guardamontes” o “individuos que cuidan montes” y es en él hay médanos, matorrales y otras especies vegetales propias del desierto. Antes de llegar puedes aprovechar tu visita para ir a Huamantla y conocer su centro, probar la gastronomía local y sentarte en la plaza para disfrutar de la nieve artesanal y comprar dulces típicos.
Te podría interesar
Qué hacer en el desierto de Cuapiaxtla
En el municipio de Cuapiaxtla está este desierto que presume dunas de arena dorada y que se tornan de rojo cuando se pone el sol. Hay que llegar en auto pues el acceso se encuentra entre campos de maíz y otros cultivos. También debes llevar zapatos cómodos, ropa fresca, bloqueador solar o sombrero y una chamarra ligera porque, aunque hace calor, por la tarde la temperatura desciende.
Sus dunas de arena contrastan con el verdor del paisaje que lo rodea y en ellas puedes realizar deportes extremos como sandboarding y surfear por ellas en una tabla de madera; aunque su extensión no es mucha puedes divertirte a lo grande. también puedes realizar caminatas para admirar la flora y la fauna que habita en el lugar y tomar fotografías del atardecer, con suerte puedes ver reptiles, conejos y hasta tuzas.