Uno de los principales atractivos turísticos de México, además de sus bellas playas, son sus encantadores pueblos, que a lo largo de la historia han logrado mantener sus tradiciones y costumbres, muchas de las cuales son resultado de la mezcla de otras culturas. Ejemplo de ellos es Chipilo, en el estado de Puebla, una pequeña población, a tan solo 15 kilómetros de la capital del estado, que integra la cultura mexicana con la italiana.
Este hermoso rincón italiano, poco conocido en el país, surge en 1875 debido a una ola de inmigrantes italianos que llegaron a asentarse y se convirtieron en grandes productores ganaderos y lácteos, por lo que hoy en día cuenta con innumerables restaurantes y locales que ofrecen embutidos, quesos, pizza, café pan y muchos platillos caseros.
Te podría interesar
Chipilo, Puebla: rincón italiano en México
Los primeros italianos en llegar, lo hicieron a la Hacienda de Chipiloc, a la que le quitaron la “C”, para únicamente llamarla “Chipilo” y posteriormente, también llamar de esa forma a la ciudad. Asimismo, como resultado de la mezcla cultural, el pueblo aún conserva el véneto, lengua materna de los primeros asentamientos, sin embargo, con el paso del tiempo, ha tenido modificaciones lingüísticas, a tal punto de llamarse “chipileño”.
De acuerdo con el historiador de comida mexicana Jeffrey Pilcher, los italianos tuvieron una influencia mucho mayor que los franceses en la cocina hispana, de hecho, explica que en ninguna otra parte del país los italianos siguen estando tan cerca de sus raíces culturales y culinarias como lo hicieron, y lo siguen haciendo, en Chipilo.
Te podría interesar
Cabe destacar que la agricultura y ganadería se convirtieron en las actividades principales del pueblo, gracias a la experiencia traída de su Veneto nativo, estableciendo así, una industria lechera importante a nivel nacional. Como dato curioso, el queso y la mantequilla de esta zona son famosos en todo México, y la marca del mismo nombre, es una de las de mayor venta del país. Otro dato curioso es que después de más de 100 años de historia, los locales continúan utilizando los mismos nombres y las recetas familiares, con el objetivo de mantener sus costumbres, no obstante, como parte de su evolución, la comunidad ya permite los matrimonios fuera de la misma, ya que anteriormente estaban prohibidos.
¿Qué hacer en Chipilo?
Debido a que como tal no es un pueblo del todo mexicano, aquí no encontrarás una plaza central, zócalo o quiosco, pero sí una iglesia: La Parroquia de la Inmaculada Concepción, la cual fue construida tomando como base el estilo antiguo italiano. También puedes visitar sus diferentes establecimientos donde manufacturan productos derivados de la leche, como sus quesos de cabra, quesos de hebra, panadería italiana y demás.
Ahora que si deseas tener una vista completa del pueblo, la mejor opción es el Cerro de Grappa, donde podrás observar una escultura del Sagrado Corazón de Jesús, otra en honor a la Virgen del Rosario y una roca que rinde homenaje a los italianos caídos en 1914 durante la Primera Guerra Mundial.
¿Cómo llegar a Chipilo?
Chipilo de Francisco Javier Mina es un pequeño pueblo localizado a 15 kilómetros al sur de la ciudad de Puebla, en el Municipio de San Gregorio Atzompa, México. Se encuentra a 2,150 metros sobre el nivel del mar. Para llegar desde Puebla, solo debes tomar la carretera 190 que pasa justo a un lado del pueblo.