El Día de Muertos es la temporada perfecta para salir a explorar varios destinos mexicanos donde podrás conocer algunas de las leyendas más enigmáticas en tus recorridos por sus escenarios, además de disfrutar las tradiciones más emblemáticas que resguardan los habitantes de estos sitios, quienes aún conservan parte de sus costumbres ancestrales, las cuales llenan de vida los diferentes rincones del país.
Entre monstruos, fantasmas, almas en pena y apariciones, entidades como Jalisco te esperan para hacerte temblar de miedo con algunas de las historias más aterradoras que podrás escuchar en tus recorridos durante esta temporada donde todo es un misterio, así que hoy conoceremos algunas de ellas que no son aptas para miedosos, pues te sacarán un buen susto.
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1. La leyenda del Chavarín
En el municipio de Ameca, los lugareños suelen usar sus sembradíos para cultivar caña y la vista a estos sitios parece perderse en el horizonte. Hace mucho tiempo, estas tierras fértiles fueron testigos de la historia de un hombre muy reconocido, que un tiempo después terminaría convirtiéndose en un terrible monstruo, un ser desagradable que acecha en las aguas del río Chavarín.
La leyenda dice que, hace muchos años, una pareja con tres hijos llegó a vivir al lugar y el padre, que se dedicaba a la pesca, enseñó sus habilidades a sus hijos y uno de ellos se convirtió en un experto, el mejor pescador del rumbo que con sus habilidades, comenzó a amasar una enorme fortuna. Sin embargo, una sequía muy fuerte azotó esa región y los peces dejaron de ser abundantes, lo cual provocó la desesperación en aquel joven que se quedó sin recursos, llevándolo a realizar un pacto con el diablo, quien se apareció ante él en forma de serpiente acuática de nombre llamacoa, un ser extraño que llenaría nuevamente de peces el río con la condición de que el pescador pasara las noches junto a aquel animal.
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Fue de esta forma como, noche tras noche, el hombre se quedaba en su cama con esta serpiente, hasta que una ocasión, su esposa comenzó a tener sospechas sobre el comportamiento del pescador y una noche descubrió el aterrador secreto de su esposo, para dar aviso al cura del pueblo de forma inmediata. El padre trató de ayudar al hombre de forma inmediata y para ello corrió al río a tratar de romper, sin éxito, el maleficio, pues tanto el pescador como la culebra corrieron al río y al llegar al agua, el hombre comenzó a transformarse en un ser mitad humano, mitad serpiente y desde ese día, todos los muertos que aparecen ahogados en el río, se dicen que son víctimas del monstruo Chavarín.
2. El sacerdote sin cabeza
En el Santuario de Teocaltiche, un sitio rodeado de varias leyendas se conoce una que causa especial atención entre los viajeros, pues en este sitio se dice que es uno de los pocos templos autorizados para realizar exorcismos. En la cúpula principal e encuentra una estrella para realizar ritos de liberación de las almas humanas que han sido poseídas por demonios y una de estas historias cuenta que después de dar un sermón, un cura murió del susto cuando se percató de la presencia de un ser maligno que se encontraba parado sobre la estrella, quien lo observaba fijamente, pero sin importar tal presencia, el padre continuó con la misa y al final de ella, el espectro desapareció.
Varias personas afirman que también se han encontrado con el misterioso sacerdote sin cabeza, quienes aseguran ver la figura de un cura o padre decapitado en este lugar. Los relatos dicen que, en los tiempos posteriores a la revolución, durante una misa y llegado el momento de la eucaristía, se escuchó un fuerte ruido fuera del templo, el cual obligó al padre a detenerse por unos momentos. De pronto, un grupo de bandidos entró en la iglesia para atacar a la gente presente y uno de ellos se acercó con un machete en mano para atacar al padre y decapitarlo.
Varios meses después de la tragedia, un hombre que pasaba frente a este templo a altas horas de la noche, fue interceptado por un sacerdote que lo invitó a presenciar la misa y a pesar de ser muy tarde, el hombre aceptó estar presente en el sermón. Todo estaba transcurriendo de forma muy normal, hasta el momento de la eucaristía, cuando un viento muy fuerte llegó al templo, apagó las luces y cerró todas las puertas y en medio de la oscuridad, el hombre observó como al padre se le desprendió la cabeza del cuerpo y rodó hasta sus pies. Dese ese entonces se dice que el alma en pena del sacerdote busca a sus víctimas todas las noches, tratando de concluir la misa que quedó pendiente.