Los trabajos realizados en los distintos espacios donde pasará el Tren Maya han permitido encontrar nuevos vestigios prehispánicos a lo largo de los tramos que ya se han trabajado en estos meses y entre ellos destaca el descubrimiento de algunas esculturas del rey Ukit Kan Lek Tok, pinturas, murales, tapas de bóveda, vasijas y algunos elementos decorativos.
Pero también se han descubierto algunos textos jeroglíficos, vasos y ornamentos en la zona eco arqueológica de Ek Balam, un sitio ubicado en el estado de Yucatán que podrás conocer en cuanto este nuevo sistema de transporte esté completamente listo para dar servicio a los viajeros que desean conocer los mejores encantos de la zona sureste de México.
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¿Cuáles son los principales hallazgos de Ek Balam?
Los textos jeroglíficos mayas son un descubrimiento invaluable ya que brindan mucha información sobre la vida de Ukit Kan Lek Tok y el reino que forjó en esta zona, según cuenta la investigadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), Leticia Vargas de la Peña, quien desde el año 1994 realiza algunos trabajo de excavación en este sitio.
El pasado 5 de diciembre del año 2022, como parte del Programa de Mejoramiento de Zonas Arqueológicas (Promeza), que está ligado a la construcción del Tren Maya, se dio comienzo a los trabajos en la acrópolis o Palacio de Ukit Kan Lek Tok, los cuales han proporcionado información sobre el reino y su relación con los sitios arqueológicos de Cobá, Kulubá y Chichén Itzá.
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En la actualidad, la zona de Ek Balam recibe a penas unos 500 visitantes diariamente, quienes disfrutan de la belleza incomparable de los alrededores y la majestuosidad de la Acrópolis que incluye una representación de un enorme Monstruo de la tierra. Ante tal situación el INAH espera que el número de visitantes aumente con la llegada del nuevo tren.
Además, en el año 2000, en el cuarto 49, denominado como La Casa Blanca de la lectura o Sak Xook Naah, se descubrió la tumba de este gobernante y se contó que la cámara mortuoria estaba cubierta por una tapa de la bóveda en la que Ahau Ukit Kan Lek Tok aparece personificado como el dios del maíz.
Este cuerpo fue depositado con una rica ofrenda que contenía más de 13 mil piezas entre vasijas de barro y alabastro, objetos de jade, concha, hueso, pirita y numerosos pendientes en incrustaciones en forma de calaveras, animales de entre las que sobresalen algunas especies marinas, flores, estrellas, figuras geométricas y semillas.
La tumba maya también contaba con un fémur humano labrado en forma de perforador que fue colocado en el pecho de Ukit Kan Lek ToK, una inspiración que ha revelado que este hueso pertenecía a su padre Ukit Ahkan, un sacerdote sin linaje, vestigios que son de gran importancia para la vida maya y que ahora son parte del patrimonio que se resguarda después de estos trabajos arqueológicos.