El proyecto del Tren Maya, Séeba'an bálam, busca favorecer el desarrollo equilibrado y sustentable de la zona sureste de México y la Península de Yucatán a través de la inclusión de zonas antes olvidadas para la inmersión pública como en la zona centro y sur del estado de Quintana Roo y a través del proyecto Promeza que incluye algunas acciones que permitirán proyectar en lo social, cultural y turístico varios sitios arqueológicos de importancia.
Entre estos espacios se encuentra la zona arqueológica Dzinbancé Kinichná que, a diferencia de otras antiguas ciudades mayas, se mantuvo alejada de la investigación arqueológica y de la visita pública hasta hace poco tiempo dada la escasa densidad de su población y varios otros factores que influyeron en su economía, pero que ahora podrás conocer una vez que las obras de este proyecto turístico esté concluidas, pues se espera que para el mes de diciembre de este 2023 las obras queden concluidas en su totalidad.
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¿Cómo es la zona arqueológica de Dzibanché?
Dzibanché significa lugar de 'escritura en madera' que en los años 20 del siglo pasado cuando se dieron los primeros reportes de la existencia de este espacio, un sitio que de inmediato cayó en el olvido pues fue hasta 1937 por mandato del entonces presidente Lázaro Cárdenas se organizó una expedición científica mexicana para conocer la historia del territorio de Quintana Roo, cuando queda reconocido como una región cultural y de herencia de los mayas.
Para 1987, el arqueólogo Enrique Nalda inició las exploraciones sistemáticas en este sitio y en 1994 arrancaron los trabajos para favorecer su apertura al público visitante. Esa urbe construida sobre una superficie de unos 60 kilómetros cuadrados remonta su origen hasta el siglo III antes de nuestra era, alcanzando su mayor esplendor durante el periodo denominado Clásico, entre el siglo VI y el siglo IX de nuestra era.
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La ciudad está conformada por una serie de cuatro grandes conjuntos interconectados por sacbés o caminos blancos, que en su momento de auge fue gobernada por la dinastía Canul. En este sitio, la monumentalidad de su arquitectura resalta sobre el paisaje de la selva y entre sus principales edificios destaca el Templo de los Cautivos, que cuenta con escaleras construidas con bloques de piedra de un templo más antiguo, donde se aprecian algunas figuras labradas de hombres cautivos, atados de pies y manos, las más antiguas encontradas en el área maya.
En el Templo del Búho se encontró un hallazgo formidable que consiste en una cámara abovedada con los restos de una mujer de alto rango que contenía una rica ofrenda y una vasija que da nombre al edificio. También destaca el Templo de los Cormoranes, que en su interior contiene el hallazgo de un mural elaborado en estuco con pinturas que hacen referencia a la dinastía Canul, justo en la antesala de un sistema de cámaras funerarias, una de las cuales incluye un ajuar mortuorio con ofrendas de jadeíta y un vaso con la imagen de un cormorán, un ave pescadora fundamental en la mitología maya.
Dzibanché forma un solo conjunto urbano con la que se creía una ciudad independiente, Kinichná o casa del Sol, que forman parte de la misma ciudad antigua, una acrópolis espectacular desarrollada en tres niveles que son accesibles gracias a las escalinatas que conducen a dos templos contiguos, un espectacular sitio arqueológico que podrás conocer como parte de este proyecto que incluye varias acciones como mejoras en los servicios para los turistas, mejora en servicios digitales, servicios hidráulicos, señalitica y senderismo, campamento de antropología, sala de introducción al sitio y un intenso programa de investigación y conservación arqueológica.