Conocida por los españoles como la ciudad del “retiro de los antiguos conquistadores”, este municipio en el estado de Hidalgo, ofrece diversos sitios de interés que debes conocer en tu próxima visita a la entidad. Cabe destacar que es considerada una de las ciudades más importantes en la que encuentras una exquisita gastronomía, entre los antojitos que destacan se encuentran los guajolotes, los molotes, enchiladitas, ricas quesadillas con delicioso sabor la provincia.
Uno de sus principales atractivos es la catedral de estilo neoclásico, construida en 1528 por los franciscanos. Además de la laguna de Hueyapan, la de Tecocomulco, los enormes árboles de ahuehuete, ranchos cinegéticos y otros lugares de singular belleza. Por lo que si este destino se encuentra dentro de tus próximos planes de escapada, aquí te dejamos algunas opciones que no puedes perderte durante tu visita.
Te podría interesar
¿Qué hacer en Tulancingo de Bravo?
Si lo que deseas para tu próximo viaje es un lugar que te permita estar en contacto con la naturaleza, de cultura y descanso, Tulancingo es la opción ideal, ya que está rodeado de cerros, montañas y volcanes, en el que también encontrarás vestigios arqueológicos, cultura en sus museos y exquisita gastronomía.
Museo del Ferrocarril
A fines del siglo XIX el ferrocarril llegó a Tulancingo y generó, de inmediato, un florecimiento de la actividad económica. La entrada y salida de los trenes comenzó a marcar, desde entonces, la vida cotidiana de esa población. Actualmente la tradición, cultura y patrimonio industrial que generó el ferrocarril son mostrados al público en el Museo del Ferrocarril de Tulancingo, el cual tiene como objetivo, propiciar el conocimiento, importancia y conservación del patrimonio ferroviario. El Museo está conformado por 5 salas de exposición permanente:
Te podría interesar
- El ferrocarril: tiempo y comunicación
- Ferrocarril como transporte
- La administración de los ferrocarriles
- Hacer vías y el trabajo con las máquinas
- El ferrocarrilero y su vida
Museo de El Santo
Ya sea que lo conozcas como El Santo, El Enmascarado de Plata o Rodolfo Guzmán Huerta, en Tulancingo, su ciudad natal, podrás entrar a las salas del museo dedicado exclusivamente a él. Al llegar te recibirá una estatua del ícono mexicano, al interior podrás observar las más de 200 piezas exhibidas que te contarán fragmentos de su vida. Fue inaugurado en 2009 por El Hijo del Santo, está ubicado en una antigua estación de tren y es parte de la historia popular de México. Su horario es de martes a viernes de 10 am a 8 pm, mientras que los domingos cierra a las 6 pm. La entrada es gratuita.
Zona arqueológica de Huapalcalco
Toda la región de Huapalcalco es considerada como de las más importantes en la población prehispánica ya que es donde se asentaron los primeros toltecas. Esta zona se encuentra en la ladera oeste del Cerro del Tecolote, a tan solo 4 kilómetros de Tulancingo y cuenta con dos conjuntos arquitectónicos: una pirámide de 3 cuerpos de influencia teotihuacana de 12 metros de base y 8 metros de alto y un altar que era utilizado para depósito de ofrendas. Además de admirar las pirámides y otros hallazgos arqueológicos, cuenta con numerosas pinturas rupestres que datan de hace 13 mil años aproximadamente.
Catedral de San Juan Bautista
Obra de la arquitectura religiosa del México colonial construida a partir de 1528 por la Orden Franciscana. Imponente y a la vez sencilla destaca en el centro histórico de Tulancingo, Hidalgo, frente a la plaza principal La Floresta. El edificio originalmente fue de menores proporciones, edificado por los franciscanos, quienes evangelizaron en la zona, sin embargo, fue ampliado en el año de 1788 por el arquitecto José Damián Ortiz de Castro.