La isla de Mexcaltitán se revela como un espejismo: bajo los primeros rayos de sol y más allá de los pequeños botes pesqueros que ya levantan sus redes repletas de camarones, la silueta de los edificios coloniales le da la bienvenida a un nuevo día, como si se tratara de un sueño. Nada extraño para el sitio que presume ser “la cuna de la mexicanidad”.
Según la leyenda, esta pequeña isla de apenas 400 metros de diámetro en una laguna de Nayarit es el lugar de nacimiento de la civilización azteca y el lugar en donde recibieron la mítica visión que los llevaría a establecer la gran ciudad de Tenochtitlán a más de 700 kilómetros de distancia. Hoy, convertido en un pequeño Pueblo Mágico que goza de una población de sólo 800 habitantes, Mexcaltitán es un destino popular entre los viajeros interesados ??en la historia que aún se guarda entre las casas tradicionales pintadas de diferentes colores y coronadas con techos de teja, y los canales que, cuando el nivel del agua sube, son la única vía de transporte en la comunidad.
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Un paseo por las calles de Mexcaltitán está acompañado por la misma sensación de historia y misterio que impregna la isla. Mientras que las prácticas agrícolas y pesqueras siguen siendo parte inseparable de la identidad de la isla y tienden un puente entre el pasado de la zona y su presente, tan cercano a la naturaleza, el Museo del Origen, construido en un edificio de principios del siglo XIX, resguarda una colección de más de cinco mil piezas que cuentan la historia de las culturas prehispánicas que poblaron Mesoamérica.
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Ubicada entre los profundos bosques de manglares y las lagunas del municipio de Santiago Ixcuintla, a unos 110 kilómetros en auto desde Tepic, Mexcaltitán es también un refugio para la vida silvestre, incluidas diferentes especies de aves y tortugas marinas.
La riqueza del agua
Mexcaltitán también es conocida por su cocina, desarrollada casi en su totalidad en torno a los ingredientes locales. La ubicación de la isla garantiza el protagonismo de los sabores más frescos que la laguna ofrece. Aquí también es posible probar otros platillos de la gastronomía del estado, como el celebrado pescado zarandeado.
Creatividad local
Los viajeros también encontrarán una gran cantidad de artesanías que destacan la riqueza de las culturas que se han desarrollado en el litoral nayarita. Aprovechando materiales y técnicas locales, los artesanos presentan piezas en madera y arcilla, además de bordados y la barcina, la pieza artesanal característica de la zona, elaborada con camarón seco.